Los seres humanos, como el resto de animales, para poder aprovechar al máximo el espacio que tenemos en el tórax, disponemos toda la maquinaria del organismo de una forma predeterminada, la forma más eficaz, la seleccionada a lo largo de miles de años de evolución. Como ya sabemos el corazón se encuentra en la parte izquierda, el hígado a la derecha y el estómago a la izquierda. Sin embargo existen personas que desafían la evolución… Estas personas padecen una extraña condición conocida como Situs Inversus Viscerum (posición invertida de los órganos internos), y se caracterizan, principalmente, por presentar sus órganos invertidos, como si alguien los hubiera dispuesto a modo de espejo, es decir, en el plano de simetría opuesto.
Situs Inversus es una malformación genética de carácter hereditario, afecta a una de cada 8500 personas y aunque parezca mentira, la mayoría de los que la padecen pueden llevar una vida normal. En principio esta anomalía no afecta al estado de salud del paciente, por lo que muchas veces no la descubre hasta el momento de ir al médico. Lo más habitual es que el médico se percate de esta anomalía al escuchar los latidos del corazón (auscultar) del paciente de manera que, cuando el médico intenta auscultar en el lado izquierdo, no consigue oír los latidos.
Aunque Situs Inversus no se considera una enfermedad, los que la padecen deben disponer de un historial médico bien documentado. Se les recomienda acudir al médico y someterse a revisiones médicas frecuentemente, ya que los síntomas de todas las enfermedades de los órganos internos estarán desplazados respecto a su posición habitual.
De esta forma, un infarto no se manifestará en el brazo izquierdo, sino en el derecho; una úlcera de estómago se manifestará en la derecha y una apendicitis no se producirá en el bajo abdomen a la derecha (como a todo el mundo) sino en el izquierdo, lo cual puede acarrear graves problemas al paciente en caso de requerir cirugía y el médico no esté informado.
El problema viene cuando el Situs Inversus no afecta a todos los órganos. Puede ocurrir que solo algunos de los órganos estén invertidos y que todo el resto de los órganos se encuentren en una posición «ortodoxa». Ello implica toda una serie de torsiones y malformaciones congénitas, ya que el cuerpo se ve obligado a cuadrar a la fuerza sus órganos con diferentes orientaciones… pudiendo llevar a serios problemas de salud, sobre todo si afecta a órganos principales como el corazón.
