Consiguen revertir el autismo en ratones

autismo Los científicos creen que es muy poco probable que haya una sóla causa para el autismo. Dicho esto, se ha conseguido identificar algunos genes con la enfermedad, por lo que, ¿un ajuste genético podría disminuir los síntomas? Según sugiere un artículo, seguramente se pueda en el futuro.

Las esperanzas son grandes: en conseguido revertir algunos comportamientos del autismo mediante la manipulación de un único gen en ratones jóvenes y adultos, e incluso han mejorado la función cerebral de ciertas áreas.

«Esto sugiere que, incluso en un cerebro adulto, tenemos la capacidad de revertir algunas cosas», afirma Guoping Feng, investigador principal y colaborador del Instituto Tecnológico de Massachusetts. «Cada vez hay más pruebas de que algunos de los defectos son, en efecto, reversibles, dando esperanza de que podemos desarrollar un tratamiento para los pacientes autistas en el futuro».

Llamado Shank3, el gen contiene las instrucciones para una proteína que se encuentra en las conexiones, o sinapsis, entre las células nerviosas a través del cual fluye la información. Como un andamio, que conecta los receptores de mensajeros químicos (neurotransmisores) con el funcionamiento interno de la célula, ayuda a organizar la sinapsis para que las células pueden responder a las señales entrantes.

Un pequeño porcentaje de individuos con autismo han sido encontrados con falta del gen Shank3, y un número de mutaciones dentro de este gen también se ha descubierto en los que la han acabado desarrollando.

El equipo que ha llevado a cabo la investigación quería profundizar un poco más y averiguar si podría ser posible manipular los síntomas de la falta o atrofia de Shank3 y por lo tanto ‘suavizar’ el autismo en los ratones adultos, ya que éstos se producen generalmente a una edad temprano. Para ello, crearon un sistema genético por el cual podían mantener el gen Shank3 apagado en ratones hasta que administrasen un medicamento llamado tamoxifeno.

Cuando cambiaron el gen en los ratones adultos, mejoraron notablemente su aversión social y se invirtieron los comportamientos repetitivos. Además, vieron una mejora en la función de la sinapsis. Sin embargo, no fueron capaces de restaurar los niveles de ansiedad y mejorar las habilidades de coordinación. Pero, si activaban Shank3 cuando los ratones no superaban los 20 días de edad, fueron capaces de revertir también estas dos situaciones. Esto indica que algunos circuitos neuronales son todavía maleables, incluso en la edad adulto, mientras que otros pueden ser ‘cableados’ de forma irreversible desde el principio del desarrollo.

Fuente http://www.nature.com/nature/journal/v53...
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