Japón lanzó el viernes pasado un artefacto con destino a la Estación Espacial Internacional, llevando consigo un recogedor de «basura especial».
La nave, llamada «Kounotori» -cigüeña en japonés-, despegó de la isla de Tanegashima justo antes de las 22:27 hora local, unido a un cohete H-IIB.
Los científicos de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) están experimentando con una correa de sujeción para alterar de la órbita terrestre a la basura que yace en los alrededores del planeta, limpiando toneladas de desorden espacial, entre los que se incluyen satélites viejos, fuselaje y demás.
Tras más de 50 años de exploración espacial, desde el satélite Sputnik -lanzado por los soviéticos en el año 57- los desechos se han ido acumulando en la órbita de nuestro planeta. Se estima que hay más de 100 millones de unidades, lo que plantea una amenaza creciente para la futura exploración espacial, según los expertos.
Los investigadores utilizarán una correa de sujeción electrodinámica hecha de finos alambres de acero inoxidable y aluminio para sujetar el llamado «Experimento Kuontori Integrado Tether». La idea es que uno de los extremos repele los residuos que puedan dañar los satélites y naves espacial.
La electricidad generada por el dispositivo de amarre se espera que ralentice la basura espacial, haciendo que disminuya su velocidad y cada vez tenga una órbita más y más baja. Finalmente, los desechos entrarán en la atmósfera terrestre, quemándose antes de que hagan daño impactando con la superficie.
JAXA trabajó juntamente con el fabricante japonés Nitto Seimo para desarrollar el cable, algo que ha tardado unos 10 años en producirse. «La correa de sujeción utiliza nuestra tecnología, pero es difícil entrelazar materiales muy finos», afirma un ingeniero de la empresa. «La longitud de la correa es de 700 metros, pero con el tiempo, tendremos que lanzar otros elementos parecidos con correas de 5.000 a 10.000 metros de longitud, para frenar la basura espacial más específicamente».
