Cuando somos pequeños, nos invade una constante sensación de querer preguntar cosas, de ampliar conocimiento y de comprender más el mundo que nos rodea y que acabamos de conocer. A medida que vamos creciendo, muchas de estas preguntas las dejamos atrás por nuestra madurez mental o, simplemente, porque ya no nos generan el mismo interés que antes. Pero, hay especialmente una que es bastante interesante de tratar y que, aunque sea prácticamente imposible encontrar una respuesta, bucearemos en ella para que nos lleve a la frontera del conocimiento, ya que nunca sabremos qué encontraremos allí.
¿Cuántos universos existen? A veces, cuando hacemos un viaje, pensamos en lo grande que es todo lo que nos rodea. Intentamos pensar en la magnitud de tamaño que ocupa nuestro planeta. Pero luego, si alzamos la vista en el cielo, vemos un objeto que podría albergar en su interior miles y miles de planetas con el tamaño de nuestra Tierra: el Sol. Pero claro, nuestra estrella es únicamente un puntito comparado con otras que son visibles a lo lejos: otras estrellas que quizá ya no existan, debido al tiempo que transcurre entre que la luz sale de ella hasta que llega a nuestro planeta, haciendo que cada noche, cuando miramos al cielo, viajemos en el tiempo por un instante.
Si alguna vez has pensado la magnitud de todo lo que nos rodea, lee atentamente este enunciado: si cada estrella de la Vía Láctea tuviera el tamaño de un grano de arena, tan sólo esta galaxia tendría la capacidad de llenar una playa de 10×10 metros por un metro de profundidad. Imagina ahora el resto del universo; los millares de galaxias que vemos con nuestros telescopios son tan sólo una minúscula parte de todo el universo que queda por observar, además teniendo en cuenta que, a cada instante que pasa, se expande más y más.
Todas estas galaxias, por muy lejos que estén, y por mucho que jamás de los jamases vayamos a saber nada de ellas, tienen algo en común con nosotros: las leyes que se rigen son las mismas y las partículas que encontraremos serán iguales: protones, neutrones, quarks, neutrinos… Sin embargo, recientes teorías de la física (la teoría de cuerdas) nos dicen que podrían haber otros universos, compuestos de diferentes tipos de partículas, con propiedades diferentes, y que pueden obedecer a leyes completamente distintas. La mayoría de estos universos podrían no albergar vida, y podrían existir tan sólo en un abrir y cerrar de ojos. Aún así, entre ellos, componen un vasto multiverso de posibles universos con hasta 11 dimensiones, que presentan maravillas más allá de nuestra imaginación. La versión imperante de la teoría de cuerdas predice un multiverso formado de 10⁵⁰⁰ universos (un 10 seguido de 500 ceros), un número tan sumamente grande que, si cada átomo de nuestro universo observable tuviera su propio universo, y todos los átomos en todos estos universos tuvieran cada uno sus propios universos, y repitiéramos eso durante dos ciclos más, tendríamos tan sólo una pequeña fracción del total de universos: 14 veces un trillón (1 seguido de 18 ceros) de un trillonésimo. Pero este número es minúsculo al lado de otro ‘número’: infinito. Algunos físicos piensan que el espacio-tiempo continuo es cabalmente infinito, que contiene un número infinito de los llamados ‘universos de bolsillo’, con propiedades variadas.
Por el momento, tan sólo son suposiciones. Pero, ¿quién puede saber la verdad? ¿Quién puede asegurar que incluso éste mismo universo no es tan sólo una ilusión? Así pues, como puedes comprobar, no hay consenso sobre esta respuesta, y difícilmente pueda haberla nunca, ya que su ratio de acierto es, por decirlo de alguna manera, un tanto elevado: un número comprendido entre el 0 y el infinito.
