¿Eres más de cumplir las reglas y el orden, o prefieres dejarte llevar por las emociones y tus pensamientos? Dependiendo de qué respondas, un grupo de psicólogos de la Universidad de Cambridge afirma que está vinculado a tu gusto musical.
Según lo que indica el estudio publicado la revista PLoS ONE, aquellos que suelen comprender mejor los sentimientos de los demás prefieren la música romántica, el rock suave y algo de R&B, mientras que los que se centran en los detalles minuciosos de las cosas tienden a estuchar música más compleja técnicamente, como el jazz tradicional.
No hay duda de que la música y la manera en que pensamos y actuamos están íntimamente relacionados. La investigación también reveló que la práctica de la música hace que la comunicación entre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro sea más fuerte y eficiente. Este nuevo estudio es parte de un esfuerzo continuo para entender la psicología de la preferencia musical, y se centra en si el ser más empático o más centrado en la lógica y la razón podría tener un efecto en el gusto musical.
Un equipo de psicólogos dirigido por David Greenber, de la Universidad de Cambridge, ha reclutado a más de 4.000 participantes y les preguntó sobre sus estilos de pensamiento. Luego se les preguntó sobre sus preferencias musicales, con 50 fragmentos de canciones a partir de una amplia cama de géneros previstos para ayudar a determinarlo.
Aquellos que empatizan con los demás tienden a preferir una música más suave, sensual y que te hace reflexionar sobre las emociones. El ‘soft’ rock y los cantautores tienden a producir este tipo de música. Por otro lado, aquellos que tienden a serlo menos prefieren música más intensa, como el rock duro.
Parece ser que los que empatizan prefieren llenarse de emociones, sean positivas o negativas, gracias a la música. Los autores incluso afirman que, aquellos que carecen de empatía (los psicópatas, por ejemplo), podrían mejorarlo gracias al escuchar música emotiva. A pesar de que este enlace no es demostrable en dicho estudio, su posible existencia podría ser la base de futuras investigaciones.
