Todos sabemos que el metano producido por las vacas es terrible para el medio ambiente: en 2015, fue el 16% de todos los gases de efecto invernadero. Pero, ¿y si pudiéramos transformar esos gases en algo bueno? Es lo que quiere hacer Toyota: construir una planta de energía renovable que utilizaría el metano liberado de las vacas.
La nueva planta se espera que esté operativa en 2020, y usará el metano producido por el estiércol de vaca para crear agua, electricidad e hidrógeno. El proyecto «Tri-Gen» ha sido anunciado en el Los Angeles Auto Show de 2017. Según las estimaciones, dará energía suficiente como para alimentar 2.350 hogares y 1.500 automóviles impulsados por hidrógeno cada día.
Toyota cree que «las empresas automovilísticas tienen que tener conciencia ambiental y dar nuevas formas de transporte que sean más limpias«. De hecho, han apuntado que finalizarán la producción de motores de combustión interna para el año 2040.
Con el aumento de las temperaturas y los altos niveles de contaminación, es clave encontrar formas de llevar energía limpia a la población. Ya parece que los coches híbridos y eléctricos están empezando a consolidarse, produciendo alrededor de la mitad del carbono durante su vida útil que los coches convencionales. Y varios países, como Francia o Reino Unido prohibirán la venta de automóviles de gasolina y diésel en las próximas décadas. Queda claro que la revolución ecológica ha llegado para quedarse.
