Las horribles muertes que produjo el Monte Vesubio

En agosto del año 79 d.C., el volcán Vesubio erupcionó durante dos días seguidos. Si la muerte por un volcán no te parece lo suficientemente horrible, un nuevo estudio afirma que muchos murieron de formas inimaginables: se les evaporó la sangre o les estalló el cráneo desde el interior por la subida de presión.

Los arqueólogos del Hospital Universitario Federico II, en Italia, realizaron un estudio de huesos de 12 cámaras costeras llenas de cenizas de Herculano, una de las ciudades más cercanas al volcán, y descubrieron un extraño residuo mineral rojo y negro en los huesos, incluido dentro de los cráneos, y ceniza alrededor y dentro de los esqueletos.

Según la espectrometría de masas de plasma acoplada inductivamente y los análisis microespectroscópicos de Raman, ese residuo es hierro y óxidos de hierro, el rastro que dejaría si la sangre hirviese y se convirtiera en vapor.

«Aquí demostramos por primera vez una evidencia experimental convincente que sugiere la rápida vaporización de los fluidos corporales y los tejidos blandos de las víctimas de Herculani al morir por la exposición al calor extremo», afirman los investigadores.

La mayoría de los huesos también están rajados y fracturados, con márgenes afilados como los que se ven en los huesos incinerados y carbonizados. Esto indica exposición al calor extremo.

En cuanto a los cráneos, «la inspección cuidadosa de los esqueletos de las víctimas muestra grietas y explosiones en la tapa craneal y ennegrecimiento de la parte exterior e interior, asociadas con exudaciones de aberturas y fracturas del cráneo».

Dichos efectos parecen ser el resultado combinado de la exposición directa al calor y el aumento de la presión de vapor intracraneal inducida por la ebullición cerebral. En otras palabras, los cerebros de las víctimas se inflamaron rápidamente, lo que produjo mucho vapor que acabó haciendo estallar los cráneos.

En Herculano, esas 12 cámaras frente al mar fueron el refugio de unas 300 personas. Pero se convirtió en sus tumbas, cuando fueron «repentinamente envueltos por el abrupto colapso de la primera oleada de lava», según los mismos expertos. También han podido calcular la temperatura que rondaba el producto del volcán: entre 200 y 500 grados centígrados, viajando a velocidades de entre 100 y 300 kilómetros por hora.

Hoy en día, el Vesubio sigue activo: su erupción más reciente fue en 1944, y más de 3 millones de personas viven alrededor de él.

Fuente PLoS One
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