La invasión de caracoles gigantes, con un apetito voraz, al estado de Florida es una noticia más que curiosa. Pero no hay nada que temer, no se trata de caracoles ‘realmente gigantes’, solo llegan a tener el tamaño de una rata.
Ya que el apetito voraz puede llevarlos a consumir más de 500 especies de plantas. Se reproducen rápidamente, hasta 1.200 huevos por año, también dañan materiales de construcción como el plástico y el yeso. Se dice que un joven viajó a África a finales de los años 60 y los crió en Miami como animales domésticos, hasta que su abuela se cansó y los dejó sueltos en el jardín de su casa.
Ahora les toca combatir el descuido de «la abuela».
