La Navidad tiene su propia simbología. El árbol navideño, los dulces, los hombrecitos de jengibre y toda una variada decoración llena de brillos y luces. Sin embargo, ningún símbolo representa mejor a las navidades que el Papá Noel.
La leyenda de Papá Noel
Este anciano barrigón, vestido de rojo y con una bolsa de regalos tiene diversos nombres en cada región de la Tierra. Aunque la figura es la misma y mantiene para los más pequeños la ilusión de esperar sus regalos debajo del árbol. Para los ya mayores, equivale a un recuerdo feliz de cuando eran niños y esperaban despiertos a Papá Noel.
Como todo personaje conocido en todo el mundo, la leyenda de Papá Noel tiene un origen. Y ese origen se inspiró en un personaje de carne y hueso, Nicolás de Bari, que fuera luego canonizado como San Nicolás. El verdadero San Nicolás nació en Licia, más precisamente en la localidad de Patara en lo que hoy es Turquía.
La persona y el personaje
Nicolás nació en el siglo IV de nuestra era en el seno de una familia económicamente acomodada. Perdió a sus padres, víctimas de una peste. Así fue heredero de una considerable fortuna. Sin embargo, Nicolás con tan solo 19 años, decidió donar toda su fortuna y marcharse a vivir con su tío a Mira para ser sacerdote.
Nicolás era delgado y de estatura más bien alta, sin embargo, la leyenda lo fue cambiando a lo que hoy conocemos. Las leyendas orales cuentan que la fama de repartir regalos nació de una acción de Nicolás. Se enteró de una joven que iba a contraer matrimonio y que su padre no tenía el dinero de la dote. Fue entonces que Nicolás entró por la ventana de su cuarto y dejó una bolsa con monedas de oro.
De este modo nació la costumbre de dejar regalos para las navidades. Nicolás llegó a ser Obispo casi por una casualidad. El Obispo de Mira había muerto y necesitaban un reemplazante. Decidieron que el primer sacerdote que ingresara en el templo se consagraría como Obispo de Mira. Y de esta manera fue que el primer sacerdote fue Nicolás.
En el siglo XVII la inmigración europea llevó la leyenda a Estados Unidos. Y allí fue donde Papá Noel tomó fuerza como personaje navideño. Se le agregó el trineo, los nueve renos y la voluminosa bolsa con los regalos.
El personaje llega a ser el que hoy conocemos
Los de los nueve renos nació del libro de Clement Moore publicado en 1823 “Una visita de San Nicolás”. En el libro se describe que San Nicolás surcaba los cielos en un trineo impulsado por nueve renos voladores. Rudolph, Donner, Blitcher, Zorro, Centella, Danzante, Brillante, Cupido y Cometa eran sus nombres.
En 1931, una marca muy conocida de refrescos cuyo logo de color rojo es reconocido en todo el mundo, encargó al dibujante Thomas Nast que humanizara la figura de Papá Noel. A partir de allí nace la representación actual del anciano de barba blanca, vestido de rojo, un cinturón con una gran hebilla y botas blancas.
De allí, la ilusión y la inocencia de que ese ser vive en el Polo Norte y que los niños, y no tan niños, le escriban cartas con sus deseos. Papá Noel vive en los corazones de todos los que alguna vez creyeron en él.
