Una sola recaída en la cocaína te hace adicto de nuevo

default-1470241799-cover-imageA menudo se dice que, en aquellos que quieren dejar el alcoholismo atrás, un sólo trago es demasiado y mil no son suficientes. Lo mismo parece ocurrir para los que tratan de dejar atrás la cocaína: según un nuevo estudio, una sola recaída a esta droga hace que el sistema de dopamina del cerebro vuelva a convertirse en adicto, incluso si hace años que no consumes.

Durante tiempo se decía que la cocaína y otras drogas inhibían los transportadores de dopamina en una región del cerebro llamado núcleo acuminado, que forma parte del conocido como circuito de recompensa. Estos transportadores actúan como una especie de «aspiradoras», retirando el exceso de dopamina con el fin de evitar que sus efectos exciten las células cerebrales y perdamos el control. Cuando la cocaína hace que los transportadores no puedan trabajar, la dopamina se eleva y por eso las personas drogadas parece que no tengan control.

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Sin embargo, cuando alguien utiliza repetidamente la cocaína, comienza a desarrollar una cierta tolerancia a ella, y la capacidad de la droga para inhibir los transportadores de dopamina comienza a disminuir. Como resultado, la droga ya no produce el efecto deseado, haciendo que la gente lo use más y más a medida que persiguen el efecto que realizaba al principio.

En un nuevo artículo publicado en la revista Journal of Neuroscience, los investigadores describen como hicieron adictas a un grupo de ratas haciéndoles consumir agua con cocaína durante seis horas al día. Cuando encontraron el efecto de inhabilitación de los transportadores de dopamina, la droga fue perdiendo efecto poco a poco, tal y como pasa en los humanos.

Tras 60 días sin acceso a la cocaína, los sistemas de dopamina de las ratas parecían haber vuelto a la normalidad, y no se distinguían de otras ratas que nunca habían probado la cocaína. Pero, cuando estas ratas volvían a probar sólo una vez la cocaína, se volvieron completamente adictas de nuevo.

Resumiendo este hallazgo en un comunicado, la coautora del estudio, Sara Jones, explicó que «incluso después de 60 días de abstinencia, lo que equivale aproximadamente a cuatro años en humanos, sólo fue necesaria una dosis de cocaína para volver a enganchar a las ratas».

Sobre la base de este descubrimiento, los investigadores creen que la adicción a la cocaína «deja una huella duradera en el sistema de la dopamina, que sigue estando «preparada» para responder a la droga cuando vuelva a entrar en el organismo en un futuro».

Eso explica en gran medida por qué tantos adictos tienden a recaer de manera tan seguida, tan pronto como ceden a esa pequeña voz diciéndoles que «una raya no puede hacer daño». Por ver el lado positivo, también se abre una posible vía para el desarrollo de nuevos tratamientos en la adicción.

 

Fuente http://www.jneurosci.org/content/36/30/7...
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