El color de nuestro pelo depende completamente de nuestros genes, es una de las características que heredamos de nuestros progenitores. Son 12 los genes que se encargan del color de 
nuestro cabello, que pueden crear hasta todas la variaciones de color de pelo, se conocen hasta 45 diferentes. Desde el blanco hasta el negro pasando por albinos, rubios, castaños, caobas y pelirrojos.
Pero el más extraño de todos es el rojo, ya que es el menos común, es una característica genética recesiva, es decir, sólo se manifiesta cuando viene por parte de los dos padres. Por eso sólo el 4% de las personas son pelirrojos.
Para saber de dónde viene este color hay que conocer los dos tipos de melanina que existen en nuestro cuerpo, la eumelanina es la más común y la que proporciona a nuestra piel una gran protección contra los rayos UVA. Cuanto mayor es el grado de la eumelanina en la piel mucho más nos bronceamos.
Por otro lado está la feomelanina, mucho menos eficaz a la hora de protegernos de los rayos ultravioletas y además no se extiende por la piel uniformemente, se concentra formando pecas.
La eumelanina ha sido una parte fundamental de nuestro cuerpo hasta que hace más o menos 50.000 años, se produjo una mutación del gen MC1R que sólo permitía crear feomelanina, por lo que ése fue el primer momento de la historia de los pelirrojos. Otro cambio de gen llevaron a los humanos a producir menos cantidad de eumelanina y así parecieron los rubios.
