Ocurrido en China, un hombre trató de fingir su propia muerte para inculpar a los guardias urbanos y de esta forma poder obtener una compensación económica.
Los agentes conocidos como Chengguanen tienen la obligación de hacer cumplir las normas de tráfico, la salud del pueblo y el medio ambiente, sin embargo sus métodos son algo bastos, ya que aplican la ley a base de golpes, este vendedor de frutas intentó aprovechar esa mala fama que tienen estos agentes y junto con otros dos cómplices idearon un plan.
El plan era hacer algo para atraer la atención de los agentes, y cuando comenzaran a pegarle caer muerto al suelo mientras sus otros dos cómplices pedían una compensación económica por lo ocurrido.
Su plan se comenzó a torcer cuando en total acudieron 300 personas por el jaleo armado y 80 agentes de la policía, la escena era grotesca, un hombre cubierto por una sabana muerto bajo el ardiente sol, llegó el momento en el que no pudo más y afirmó; “Hace demasiado calor, no aguanto”, mientras se levantaba sin más.
No se sabe lo que habrá ocurrido con ellos tras intentar estafar a los agentes.
