Un estudio realizado por la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, ha encontrado que los libros para colorear pueden disminuir los niveles de síntomas depresivos y de la ansiedad. Dicho análisis se ha llevado a cabo con la ayuda de 115 mujeres de entre 18 y 36 años de edad.
A la mitad de las mujeres se les dio un libro de colorear y, a la otra mitad, uno para resolver acertijos. Se les pidió que lo usaran diez minutos al día durante una semana, y los investigadores encontraron que las primeras mostraban niveles más bajos de depresión y ansiedad después de esos siete días.
Jayde Flett, autora del estudio, ha afirmado al New Zealand Herald que «es necesario realizar más investigaciones para determinar qué hace que las tareas como colorear sean tan beneficiosas, ya que a menudo se sugiere que colorear induce a un estado consciente o meditativo y está reducida con una actividad reducida en la amígdala o cambios en las ondas cerebrales«.
La coautora Tamlin Conner concluye que es importante para comprender los beneficios psicológicos de la coloración. Afirma que «es una práctica de bajo riesgo y muy accesible«, apoyándose en un estudio similar realizado en 2012 que mostraba que colorar mandalas puede reducir niveles de ansiedad aún más que colorar otros diseños o pintar en una hoja en blanco.
