El lado oscuro de internet: la desinformación

Es un hecho irrefutable que la expansión de Internet y las redes sociales ha cambiado nuestra forma de ver el mundo. La difusión masiva de desinformación, es decir, de información falsa y teorías de la conspiración, ejerce cierta influencia en nuestra opinión.

En los últimos años, la ciencia ha analizado el impacto que tiene la información engañosa en nuestra sociedad. Los resultados revelan que dicho impacto es mucho mayor de lo que se creía y que constituye un problema realmente grave para la población.

El Foro Económico Mundial concluyó que una de las cuestiones más peligrosas para la sociedad es la gran rapidez con la que se difunden las informaciones infundadas o falsas en Internet. Esta organización independiente se encarga de analizar las amenazas a las que se enfrenta nuestro mundo y en su informe sobre riesgos globales, publicado en el 2013, equiparó la desinformación digital a la escasez de agua.

Un ejemplo de hasta que punto puede afectarnos la información engañosa es el famoso caso de Orson Welles. Un 30 de octubre, hace 75 años, Orson Welles desató el pánico entre miles de personas. ¿El motivo? una broma. El actor difundió, por un programa de radio, que la Tierra estaba siendo invadida por un ejército de alienígenas procedente de Marte. Muchas personas abandonaron sus casas colapsando carreteras, estaciones y comisarías de policía. Los teléfonos de emergencia no daban abasto.

Quizás, si ocurriera hoy, no nos lo creeríamos, sin embargo, seguimos siendo manipulables. Son ejemplos de ello las creencias que ponen en riesgo nuestra salud, como las dietas milagro para adelgazar o ciertas medicinas alternativas. De la misma forma, podríamos creernos una información capaz de desatar el pánico entre la sociedad.

Walter Quattrociocchi, jefe del Laboratorio de Ciencias de la Computación Social al IMT Lucca, en Italia, ha estado estudiando el fenómeno de la desinformación. Su trabajo ayudó a elaborar el informe sobre riesgos globales publicado por el Foro Económico Mundial. Según el experto, los fenómenos masivos en torno a informaciones falsas ocurren por dos motivos:

Una exposición a la información guiada por el sesgo de confirmación. Un entorno lleno de información sin control, todo el mundo puede producir o encontrar información coherente con su propio sistema de creencias. De modo que nos exponemos a la información que nos interesa, tanto si es falsa como verdadera, lo que conduce a la generación de»cámaras de eco». Las cámaras eco son grupos web donde todos los integrantes están de acuerdo y solo comparten información que refuerza sus propias creencias.

Se ha estudiado la dinámica dentro de una única cámara de eco y se ha encontrado que el contenido más compartido se refiere al medio ambiente, la alimentación, la salud y la geopolítica.

Analfabetismo funcional. Es la incapacidad de comprender un texto básico. Suele darse en personas que huyen de todo aquello que requiera un esfuerzo mental mínimo, como el aprendizaje, el análisis o el estudio. A estas personas les cuesta discernir entre la información verificable y la engañosa, siendo, por lo tanto, más fáciles de manipular. Según datos de la OCDE, el alfabetismo funcional afecta en Europa a uno de cada cinco individuos de entre 15 y 65 años.

Hoaxy, la plataforma que pretende acabar con la desinformación

Investigadores de la Universidad de Indiana, en EE UU, han lanzado una plataforma para seguir la difusión en Internet de noticias falsas. Se llama Hoaxy y es un servicio abierto que permite rastrear de forma automática la propagación de las noticias. La plataforma pretende diseñar estrategias que terminen con la desinformación derivada de la difusión de noticias falsas, rumores y teorías de la conspiración.

El sistema emplea una serie de rastreadores web para detectar enlaces a artículos que contienen noticias falsas. Después, Hoaxy comprueba cómo se propagan estas noticias falsas por las redes. El usuario solo tiene que escribir en el buscador de la plataforma el tema que le interese y el servicio le devolverá un listado con todos las noticias falsas que se han publicado sobre el asunto.

Sin embargo, muchas personas no se molestarán en verificar la información. Además es más rápido propagar información falsa que refutarla, de modo que, de una forma u otra, la desinformación digital es inevitable.

En definitiva, tenemos motivos de sobra para incentivar, entre todos, la razón y el pensamiento crítico.

Fuente http://www.investigacionyciencia.es/revi...
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