Soldados modificados genéticamente

Repeliendo amenazas químicas

No, no pienses en Jean Claude Van Damme en alguna película de guerra futurista. La amenaza es real, y también la posibilidad de combatirla. Algunos países aún utilizan agentes nerviosos mortales contra sus enemigos. Los tratamientos existentes para estos ataques con armas químicas deben administrarse rápidamente. No siempre evitan las convulsiones o el daño cerebral. Ahora, los investigadores del Ejército de EE. UU. han creado una terapia génica nueva. Permite a los ratones fabricar sus propias proteínas para destruir agentes nerviosos. En teoría, se puede aplicar a humanos. Serían soldados modificados genéticamente para desarrollar una respuesta inmune.

¿Soldados modificados genéticamente? Muy pronto, de acuerdo a los resultados en ratones. ¿Serían inmunes ante un ataque químico?
¿Soldados modificados genéticamente? Muy pronto, de acuerdo a los resultados en ratones. ¿Serían inmunes ante un ataque químico?
Protección contra un ataque químico

Los agentes nerviosos son químicos conocidos como organofosforados. El tipo más utilizado incluye sarin, soman, ciclosarina y tabun. Todos bloquean una enzima que regula los niveles del neurotransmisor acetilcolina en los músculos, causando espasmos musculares y dificultad para respirar. A veces, la muerte. Los tratamientos actuales, como la atropina y el diazepam, funcionan bloqueando los receptores de acetilcolina. Pero deben administrarse de inmediato y no siempre pueden prevenir el daño neurológico permanente.

Los científicos del Instituto de Investigación Médica del Ejército de EE. UU. de Defensa Química propusieron una alternativa. Convertir el hígado en una fábrica para producir una enzima “bioscavenger”. Enzimas que estimulen la descomposición de los organofosforados antes de que ataquen. Dirigidos por el bioquímico Nageswararao Chilukuri, utilizaron un virus inofensivo llamado virus adenoasociado para transportar instrucciones de ADN a las células hepáticas de los ratones. El resultado fue que las células hepáticas de los ratones produjeron una versión potente de PON1.

Los métodos de respuesta actuales ante un ataque químico conllevan muchos riesgos.
Los métodos de respuesta actuales ante un ataque químico conllevan muchos riesgos.
Súper ratones

Los ratones pronto tuvieron niveles sanguíneos elevados de la enzima PON1 sintética. Y se mantuvo estable durante el estudio de 5 meses. Los roedores sobrevivieron a nueve inyecciones normalmente letales de agentes nerviosos durante 6 semanas. Lo informa el equipo del Ejército en Science Translational Medicine.

«Nos sorprendió lo bien que se expresa esta proteína y cuánto duró», dice Chilukuri. El equipo también mostró que los niveles de PON1 eran altos cuando el tratamiento se inyectaba en los músculos. Un método de entrega más práctico en el campo de batalla. Los soldados modificados genéticamente tendrían una rápida respuesta inmune ante eventuales ataques.

La terapia génica parecía no causar daño a los ratones. Los animales fabricaron anticuerpos contra la proteína PON1 extraña. Pero los niveles de anticuerpos eran demasiado bajos para silenciar la actividad de la proteína contra los agentes nerviosos. El equipo de Chilukuri sugiere que la terapia podría proteger a los soldados, el personal médico de primera respuesta y los perros militares. También podría proteger a los trabajadores agrícolas en riesgo de exponerse a los pesticidas organofosforados. Estos son menos tóxicos que los agentes nerviosos. Pero pueden causar efectos similares en la salud a altas dosis.

Es lamentable, pero aún suceden ataques químicos en algunos lugares del mundo, como Siria.
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Los riesgos en humanos

«Es un documento muy bueno, un buen avance en el campo», dice la bioquímica Oksana Lockridge de la Universidad de Nebraska, Lincoln. Pero ella y otros advierten que la acelerada PON1 es probable que provoque una respuesta inmune más fuerte en las personas. Lo que podría disminuir su efectividad o causar graves efectos sobre la salud. Las personas que reciben la terapia incluso podrían producir anticuerpos contra la PON1 humana estándar, que el cuerpo usa para procesar el colesterol dañino. Eso podría terminar con un riesgo elevado de enfermedad cardíaca, dice el bioquímico Moshe Goldsmith del Instituto de Ciencia Weizmann.

Chilukuri reconoce las advertencias pero señala que su equipo no se propuso resolver todos los posibles problemas con la terapia. «Es una especie de prueba de principio de estudio», dice. «Esta es una forma de mantener al bioscavenger trabajando durante semanas y meses en un animal».

Fuente Genetic modification could protect soldiers from chemical weapons
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