El halo invisible de la Tierra
Lo buscará una nueva misión de la NASA. Pretenden capturar imágenes del halo invisible de la Tierra, la tenue luz que emite la exosfera. Es la capa atmosférica más externa de nuestro planeta. Comprender la física de la exosfera es un paso clave para pronosticar condiciones peligrosas en el espacio cercano. Es un requisito para proteger a los astronautas de Artemis que viajan por la región camino a la Luna o en futuros viajes a Marte.
El Observatorio Carruthers Geocorona se lanzará desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA. A principios de la década de 1970, los científicos solo podían especular sobre la extensión espacial de la atmósfera terrestre. El misterio radicaba en la exosfera, la capa más externa de nuestra atmósfera, que comienza a unos 480 kilómetros de altura. Los teóricos la concibieron como una nube de átomos de hidrógeno. Pero la exosfera solo se revela a través de un tenue «halo» de luz ultravioleta conocido como geocorona.

Primera imagen desde la Luna
El científico e ingeniero pionero Dr. George Carruthers se propuso observarla. Lanzó una cámara ultravioleta lista para un viaje espacial sin retorno. Los astronautas del Apolo 16 colocaron la cámara de Carruthers en las Tierras Altas de Descartes de la Luna. La humanidad tuvo la primera visión de la geocorona terrestre.
«La cámara no estaba lo suficientemente lejos, estando en la Luna, como para abarcar todo el campo de visión». Lo dijo en un comunicado Lara Waldrop, investigadora del Observatorio Carruthers. «Era impactante que esta ligera y esponjosa nube de hidrógeno alrededor de la Tierra pudiera extenderse tan lejos de la superficie». Se cree que la exosfera se extiende al menos hasta la mitad de la distancia que lleva a la Luna.
Cuando las erupciones solares alcanzan la Tierra, impactan primero en la exosfera. Por eso es crucial entender cómo reacciona, de forma que se puedan prevenir consecuencia sobre nuestro planeta.
Imagen completa
La nave espacial Carruthers se lanzará cuatro veces más lejos que la Luna. Capturará una vista completa de la exosfera utilizando dos cámaras ultravioleta: un sensor de campo cercano y uno de campo amplio.
«Comprender cómo funciona esto en la Tierra nos ayudará enormemente a comprender los exoplanetas. Y la rapidez con la que sus atmósferas pueden escapar», concluyen. Estudiar el halo invisible de la Tierra puede ayudarnos a saber qué buscar en otras partes del universo.