Restos del escorpión gigante en China

Del tamaño de un perro

De acuerdo, no es un escorpión reciente. Tiene por lo menos 435 millones de años. Pero por su tamaño debió ser realmente terrible. Los restos del escorpión gigante en China sorprendieron a los arqueólogos.

Los restos del escorpión gigante en China nos dan una idea de este monstruo fabuloso.
Los restos del escorpión gigante en China nos dan una idea de este monstruo fabuloso.
Terror en el mar

Es un enorme escorpión de mar. Habitó las aguas de la región en el período Silúrico, entre 443,8 millones y 419,2 millones de años. Como detalla Live Science, el Terropterus xiushanensis tenía cerca de un metro de largo. Pertenecía a la familia de los euriptéridos, un grupo de artrópodos extintos. Se relaciona con los arácnidos y los cangrejos herradura actuales.

En ese momento, los escorpiones eran superdepredadores de los entornos submarinos que habitaban. Atacaban a peces y moluscos desprevenidos. Con sus patas gigantes y espinosas se los metían a la boca y los devoraban. Uno puede imaginar la amenaza que podía significar su ferocidad. Los euriptéridos tenían tamaños bastante variados. El más pequeño de ellos tenía un tamaño similar al de una mano humana.

¿Qué tan grande podían llegar a ser estos escorpiones de mar? Los ejemplares más grandes podrían alcanzar el tamaño de un ser humano adulto, subraya LS. El T. xiushanensis es la primera especie de la familia mixopteriade en las últimas ocho décadas.

Sus restos están fosilizados en la roca.
Sus restos están fosilizados en la roca.
Primeros restos

En la región, antes existía el supercontinente de Gondwana. El bloque continental meridional se formó luego de que Pangea se partiera en dos. Los restos del escorpión gigante en China son los primeros en la región.

«Debemos realizar estudios futuros, especialmente en Asia. Pueden revelar una distribución más cosmopolita de los mixoptéridos. Y quizás otros grupos de euriptéridos. Hay mucho todavía por descubrir en las antiguas costas», consideran los investigadores.

Los detalles del hallazgo se publican en la revista científica Science Bulletin. Y sirven para darnos una idea de lo terrible que debió ser encontrarse cara a cara con uno de ellos.

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