Una joven se entera de que no tiene vagina a los 17 años de edad porque no le viene la regla. Jacquie Beck se presentó en el hospital asustada porque a su edad aún no le había llegado la menstruación. Tras unas largas pruebas, certificaron que padecía el Síndrome de Mayer Rokitansky Küster Hauser, más conocido como Síndrome de MRKH, una enfermedad genética.
Una de cada 4.500 niñas nace con este síndrome que provoca que la apariencia externa del enfermo sea totalmente normal, pero que internamente no tengan vagina, útero o cérvix. Es complicado diagnosticarlo en la infancia e incluso en la adolescencia, lo más normal es que el paciente se entere en el momento de tener relaciones sexuales o, como a Jaquie Beck, porque no le venía la menstruación.
Pese a esto, los ovarios si funcionan por lo que la mujer no podría mantener relaciones sexuales pero si podría ser madre mediante la fecundación in vitro. La principal solución sería la creación de un canal vaginal para permitir las relaciones sexuales y la fecundación normal, lo que supondría una intervención quirúrgica que la joven londinense quiere evitar.
Por el momento asiste a dos hospitales especializados en este problema donde ha comenzado un tratamiento de dilatación con dilatadores de diferentes medidas para intentar estirar el diámetro y la longitud de su canal vaginal y evitar la operación.
