Cinco misterios de la ciencia que podrían resolverse en 2016

Desde el origen de la vida hasta la suerte del universo, Cienciahay muchos temas que los científicos no saben resolver. Pero cada año se escribe una nueva página en el gran libro que es la ciencia. 2015 ha sido un gran año para este mundo, llegando hasta Plutón, el descubrimiento de exoplanetas o pruebas de flujo de agua en Marte.

Entonces, ¿qué va a pasar en 2016? ¿Hay grandes misterios que la ciencia podrá resolver? Vamos allá.

Tema 1. ¿Qué hay más allá del «modelo estándar» de la física?

El Gran Colisionador de Hadrones ya se anotó un tanto con el descubrimiento del bosón de Higgs en 2012. En 2015, el LHC se reanimó tras un par de años de mejoras, y ahora está rompiendo protones con el casi el doble de energía con el que lo hacía anteriormente. Este mismo mes, de hecho, se revelaron indicios de una nueva partícula.

Este podría ser el caso de la supersimetría, una teoría que propone que hay una ‘súper-pareja’ más pesada de cada partícula del modelo estándar (nuestro actual teoría del mundo subatómico). La afirmación de la supersimetría podría explicar muchos misterios fundamentales de la física, como la «forma» de la materia oscura, o la forma en que las leyes de la física parecen estar bien afinados para producir el mundo que nos rodea. Tendremos que esperar a más datos a lo largo de este año para saberlo con seguridad.

Tema 2.¿Podemos crear más elementos?

Desde la década de los 30, los científicos han estado creando elementos artificiales rompiendo partículas de otros elementos. Ahora, sabemos de 24 elementos sintéticos que forman la tabla periódica. Con el reciente descubrimiento de cuatro elementos, algunas lagunas aún persisten en la tabla de los elementos. Hay algunos indicios de que el elemento 122 se ha descubierto, pero las afirmaciones parecen fuera de lugar. Habrá que estar atento.

Tema 3. ¿Qué es la materia oscura?

La materia oscura es aquella materia misteriosa que parece estar en todas las partes del universo, y que es cinco veces más abundante que la materia ordinaria que forma estrellas, planetas o nosotros mismos. Aún así, hasta ahora sólo tenemos evidencias indirectas de su existencia, a través de observaciones astronómicas de la atracción gravitatoria que tendría sobre estrellas y galaxias. Hasta que podamos hacer una medición más directa de la misma, no sabemos a ciencia cierta qué es y cómo encaja en la física.

Hay experimentos dedicados, como el ‘Large Underground Experiment’, que está tratando de alcanzar nuevos niveles de precisión para detectar directamente la materia oscura. Así que 2016 podría ser el año en que finalmente veamos esta misteriosa materia en el laboratorio.

Tema 4. ¿Hay vida en Marte (o cualquier otro planeta)?

En la Tierra, donde encontramos agua, hay vida. Por lo tanto, se deduce que el hecho de que haya agua en otro planeta significa que el potencial para encontrar vida allí crece. Exploraciones recientes en Marte han cambiado dramáticamente nuestra comprensión del planeta, demostrando que tenía un pasado acuoso y, más recientemente, que aún fluye el agua.

Al estudio continuo de Marte se le sumará este año la sonda Juno, para saber qué cantidad de agua se encuentra en el planeta. Otra de las apuestas para el hallazgo de vida es Encélado, una luna de Saturno: tiene una corteza helada, pero se encontraron géiseres con chorros de vapor de agua, por lo que es uno de los lugares más probables del Sistema Solar (aparte de la Tierra) para contener vida.

Tema 5. ¿Existen las ondas gravitacionales?

Del mismo modo que las ecuaciones de Maxwell de la electricidad y el magnetismo predijeron la existencia de las ondas electromagnéticas como la luz, la teoría de la relatividad de Einstein predice ondas gravitatorias (que son ondulaciones en el tejido espacio-tiempo). Pero a pesar de que la teoría de Einstein celebró su centenario en 2015, todavía no se ha podido comprobar. Esto se debe a que son demasiado pequeñas: el ‘Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory’ (LIGO) busca estas ondas causando pulsos de un tamaño 10.000 veces inferior que un protón.

Al igual que el LHC, el detector LIGO regresó el pasado 2015 después de una importante actualización, y en la primera semana los rumores relacionados a un posible descubrimiento volaban. No hay confirmación oficial aún de LIGO, pero 2016 podría ser el año en que volviéramos a ver que Einstein tenía razón de nuevo.

 

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