Las características de los vampiros de Stoker están basadas en una enfermedad

El padre de los  vampiros, Bram Stoker, se inspiró en Vlad Tepes, más conocido como “Vlad, el empalador” para crear al archiconocido Dracula. Vlad fue príncipe de Valaquia (hoy el sur de Rumania) y era conocido por ser un gran amante de las grandes torturas, especialmente de la que da nombre a su apodo: el empalamiento. Se le atribuyen entre 40.000 y 100.000 muertes durante su reinado.

Vlad padecía una enfermedad conocida como “porfiria eritropoyética” la cual se caracteriza por, entre otras cosas, retraer las encías, causar fotofobia y  anemia. Enfermedad que se ve agravada en la que la ingesta o contacto con el aroma que desprende un ajo.  La exhaustiva documentación que hizo Stoker, le llevó a dotar a su personaje de los síntomas de dicha patología.  De ahí, que los vampiros que se encuentran en sus novelas y posteriores adaptaciones sean sensibles a la luz solar (fotofobia), necesiten sangre para sobrevivir (a causa de la anemia, ya que los enfermos de porfiria eritropoyética debían recibir transfusiones de sangre), les crecieran los colmillos (por las encías retraídas) y debieran ser ahuyentados con una ristra de ajos (que agravaba la enfermedad).

Fuente http://blogs.20minutos.es/yaestaellistoq...
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