Cuando un país sufre hiperinflación, los bancos centrales suelen imprimir billetes de mucho valor cuando los pequeños dejan de valer nada. Esto puede resultar en billetes por cantidades estratosféricas, tales como 1.000.000.000 o más.
A finales de 1923 la República de Weimar Alemana emitía billetes de 2 billones de marcos y sellos con un valor nominal de 50.000 millones. El billete de mayor valor emitido por el Reichsbank tenía un valor nominal de 100 billones. En el pico de la inflación, 1 dólar estadounidense valía nada más y nada menos que 4 billones de marcos alemanes. Una de las empresas encargadas de fabricar los billetes solicitó al banco central alemán realizar un billete de 32.776.899.763.734.490.417,05 (3.28 × 10^19, 32.8 billones) marcos.
