Nos acercamos a épocas navideñas y los más pequeños ya comienzan a imaginarse qué escribirán en su lista de deseos. Toman lápiz y papel para apuntar aquel juguete que vieron en la televisión o que en casa de un amiguito, y luego arrastran a sus padres hasta algún centro comercial, o a alguna plaza en la que un señor de edad avanzada y largas barbas blancas se presenta como Papá Noel y recoge las cartas de los emocionados niños.
A alguno más reservado se le ha ocurrido enviar la carta por correo, garabateando con torpeza un “a papá Noel”, sin más detalles que ése, y echándola directamente al buzón más cercano. Confía, sin duda, en que los carteros conocerán de memoria la dirección exacta del viejo regordete.
A los aventajados padres nos suena que la leyenda cuenta que Papá Noel debería rondar por algún rincón de Finlandia, en Laponia, pero no se les ha ocurrido nunca pensar que Papá Noel pueda existir. Pues bien, para los más escépticos, ahí va su dirección:
Santa Claus Post Office
FIN -96930- Polo Norte
Rovaniemi (Finlandia)
Los que han visitado el lugar, pueden certificar que existe una oficina postal en toda regla y que es en ese mismo pueblo, Rovaniemi, donde tiene su residencia habitual Papá Noel. En algunos establecimientos se venden cartas especiales con la dirección de Papá Noel y hasta con sello incluido. Es bueno saber que todos los sellos que se han utilizado para franquear cartas destinadas a esta dirección se venden posteriormente en subastas especiales de filatelia. La suma recaudada se dona a UNICEF, quien destina el dinero a varios proyectos para ayudar a niños que viven en países del Tercer Mundo o en vías de desarrollo.
Para más sorpresa, uno no solamente puede enviar correo a esa dirección, sino que también es posible recibir una carta directa del propio Santa Claus. Algunas páginas web como www.santagreeting.net se encargan de enviar una carta de vuelta matasellada desde Finlandia, para que a ninguno se le ocurra decir que Papá Noel no existe.
