El bosque de secuoyas de Cantabria corre peligro por los abrazos

Cabezón de la Sal, es un pintoresco pueblo de Cantabria, España, que se distingue por su exuberante entorno natural. Se destaca en particular el bosque de secuoyas que prospera en el Monumento Natural del Monte Cabezón. Sin embargo, los abrazos podrían estar perjudicando a los árboles.

Bosque de secuoyas

Los abrazos podrían perjudicar la salud del bosque de secuoyas

En una extensión de 2,5 hectáreas, estas secuoyas, fueron plantadas en la década de 1940. Las trajeron desde Estados Unidos y son reconocidas como los árboles más grandes del mundo. Son 848 ejemplares con una altura promedio de 36 metros que atraen al turismo.

Sin embargo, los visitantes desarrollaron una peculiar obsesión: abrazar estos imponentes árboles. Este comportamiento llevó al Ayuntamiento a considerar medidas precautorias. Como la posible prohibición de este gesto, para preservar el entorno natural.

Un fenómeno que comenzó durante la pandemia

Las imágenes de personas abrazando los troncos de estas majestuosas secuoyas se han vuelto frecuentes en las redes sociales, especialmente en Instagram. Los comentarios son que esta práctica puede funcionar como una eficaz medida antiestrés. Este fenómeno tuvo inicio durante la pandemia y, gradualmente, se masificó, lo que resulta perjudicial para la salud de estos árboles. 

Algunos visitantes afirman que se fotografiaron frente a una secuoya con los brazos extendidos, simulando un abrazo, pero sin tocar el árbol. Consideran que es lo mismo que visitar un museo, donde no se tocan las pinturas, una cueva con reliquias prehistóricas, o los altares de una iglesia, donde evitan tocar nada. Asimismo, admiradores del bosque de secuoyas consultados, estarían dispuestos a pagar una pequeña tarifa de entrada para preservar y mantener este espacio natural.

Tomarán medidas para proteger el bosque

Las autoridades locales indican que los árboles experimentan debilitamiento a causa de la práctica de abrazarlos por parte de visitantes. Este comportamiento provoca daños en la corteza de los árboles y en su salud en general.

Abrazar un árbol

Pudieron observar, incluso, que algunas personas arrancan trozos de corteza como recuerdo, lo cual afecta negativamente el bienestar de los ejemplares. Este fenómeno de degradación se manifiesta también en la exposición de raíces debido a la erosión causada por la actividad humana, que incluye el pisoteo constante. 

Para preservar la salud de los árboles, se hace necesario concientizar a los visitantes sobre los efectos perjudiciales de estas acciones. El municipio está considerando limitar la presencia de personas en los alrededores de los árboles mediante la instalación de pasarelas para evitar daños a las raíces y regular los accesos. 

Asimismo, discuten otras medidas, como la implementación de un sistema de tickets para financiar la vigilancia tanto diurna como nocturna. O la posibilidad de implementar visitas guiadas con reserva previa para un control más efectivo, El objetivo de cualquier medida adoptada no es obtener un beneficio económico, sino la protección del parque.

Fuente La práctica antiestrés de abrazar árboles pone en jaque un monumental bosque de secuoyas Cansado de los turistas, un pueblo de Cantabria les ha pedido algo inusual: que dejen de abrazar a sus secuoyas
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