La única especie inmortal de la Tierra

Una medusa transparente

Sí: es inmortal. Lo es, a pesar de no tener corazón ni cerebro. Se llama ‘Turritopsis dohrnii’. Es una medusa transparente de apenas siete milímetros de longitud. Vive en aguas del Mediterráneo. Es la única especie inmortal de la Tierra

Tras la etapa reproductiva, los seres vivos suelen envejecer y morir. Pero esta medusa puede revertir su ciclo vital y rejuvenecer. Como si un pollo tuviera la capacidad para volver a ser un huevo. Es una capacidad asombrosa.

Esta es la única especie inmortal de la Tierra.
Esta es la única especie inmortal de la Tierra.

Vida eterna

Ahora la investigan para encontrar cómo retrasar el reloj biológico. El grupo de Carlos López-Otín de la Universidad de Oviedo lo hace. Se compararon sus genes con los de otras medusas para aislar los que le brindan su característica especial.

Este trabajo «no persigue un sueño de inmortalidad humana que algunos anuncian». Lo que buscan es entender las claves y los límites de la plasticidad celular. Y la razón por la que algunos organismos son capaces de viajar atrás en el tiempo. «Buscamos respuestas frente a las numerosas enfermedades asociadas al envejecimiento que hoy nos abruman», explican.

Trabajar con este modelo animal no fue fácil. María Pascual es experta en ecología marina. Viajó al sur de Italia en busca de la escurridiza medusa. Otros ejemplares se pescaron en aguas de Baleares, cerca de la isla de Mallorca y alguno más llegó del norte de Japón.

Este es el ciclo en el cual rejuvenece una y otra vez.
Este es el ciclo en el cual rejuvenece una y otra vez.

Difícil búsqueda

El trabajo fue arduo. No se encontraba esta especie tan pequeña en la costa. Hubo que aprender a diferenciar sus pólipos de otras especies similares. «En el acuario de Gijón se establecieron unas condiciones de cultivo con medidas de seguridad y atención extremas. Fueron esenciales para progresar en el proyecto y descifrar su genoma».

La única especie inmortal de la Tierra fue comparada con su hermana (‘T. rubra’). No se hallaron diferencias muy visibles, hasta que se puso una mirada más humana, más allá de los algoritmos informáticos. Los cambios son sutiles. Pero explican por qué solo una de estas especies es un laboratorio de reprogramación en sí misma. Y cómo puede cambiar para vivir eternamente.

Fuente Comparative genomics of mortal and immortal cnidarians unveils novel keys behind rejuvenation
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