Los árboles que viven mil años

Los ginkgo biloba

¿Sientes que el tiempo pasa muy rápidamente? ¿Que se te van los días en un suspiro? ¿Sueles decirte que el tiempo vuela? Tranquilo. Solo mira a tu alrededor, y aférrate a la idea de lo que permanece. Piensa en aquello que trasciende en el tiempo. Si quieres un ejemplo, aquí te daremos uno. Hablaremos de los árboles que viven mil años. Los ginkgo biloba.

Los árboles que viven mil años, los majestuosos ginkgo biloba.

Un nuevo estudio revela el secreto de la longevidad de estos árboles milenarios. La investigación es la más completa que se haya hecho sobre el envejecimiento de las plantas. Y ofrece la primera evidencia genética que explica la larga vida de esta especie.

El estudio estuvo enfocado en el análisis genético de árboles ginkgo con edades entre los 15 y los 667 años en Estados Unidos y China. El análisis de la corteza, las semillas y las hojas de los árboles mostró que su crecimiento no se vuelve más lento. Aunque hayan pasado cientos de años. De hecho, encontraron que en algunos casos se acelera.

Los científicos también descubrieron que el tamaño de las hojas, la capacidad de fotosíntesis y la calidad de las semillas tampoco se veían afectadas por la edad. ¿Cuál es el secreto de esta eterna lozanía?

Los árboles que viven mil años

Los ginkgo biloba pueden vivir por varios siglos. Sin embargo, paradójicamente, están en riesgo de extinción debido a la deforestación. Son nativos de China. Son los últimos sobrevivientes de una antigua familia de árboles de los cuales se han hallado fósiles de la última era de los dinosaurios.

También se les conoce como árbol de culantrillo. Aunque están desapareciendo en estado salvaje, se les puede encontrar en parques y jardines en varias partes del mundo. Destacan por sus llamativas hojas amarillas durante el otoño.

En la imagen, un ginkgo biloba de 1400 años, en China.

La clave de su longevidad y buena salud está en que producen químicos que los protegen frente a factores de estrés como enfermedades o sequías. El análisis genético reveló que el árbol produce antioxidantes, antimicrobios y hormonas protectoras.

Además, los biólogos encontraron que los genes relacionados con la vejez no se activan cuando el árbol alcanza cierta edad. Eso sí ocurre en otras especies como las hierbas o las plantas anuales.

Así, aunque el árbol sea devastado por heladas o rayos, todos sus procesos necesarios para seguir creciendo saludable siguen funcionando sin problema. «A medida que envejecen, los ginkgo no dan señales de que se debilite su capacidad de defenderse del estrés», dice el biólogo Richard Dixon de la Universidad del Norte de Texas, coautor del estudio.

Según los expertos, este tipo de estudios pueden ser útiles para diseñar mejor los programas de reforestación y entender qué árboles y dónde pueden traer mejores beneficios a los ecosistemas a lo largo del tiempo.

No dejes que el tiempo simplemente se te escape entre los dedos. Aférrate a un instante y hazlo eterno… o por lo menos milenario, como los gingko.

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