Lo reveló un análisis de residuos proteínicos de antiguos calderos. ¿Cuál era la dieta en la Edad de Bronce? Se comían ciervos, ovejas, cabras y bovinos. El tiempo estudiado es el periodo Maykop (3700-2900 a.C.).
«Es realmente emocionante hacerse una idea de lo que la gente preparaba en estos calderos hace tanto tiempo”. Lo afirma Shevan Wilkin, de la Universidad de Zúrich (Suiza). “Es la primera prueba que tenemos de proteínas conservadas de un festín: es un gran caldero. Es evidente que hacían grandes comidas, no solo para familias individuales».
Restos en calderos
En las grasas conservadas en la cerámica antigua y las proteínas del cálculo dental están las pistas. El nuevo estudio fue publicado en iScience. Combina el análisis de proteínas con la arqueología para explorar detalles específicos sobre aquellas comidas. Muchas aleaciones metálicas tienen propiedades antimicrobianas. Por eso, las proteínas se han conservado tan bien en los calderos.
Los investigadores recogieron ocho muestras de residuos de siete calderos. Se recuperaron en enterramientos de la región del Cáucaso, desde el suroeste de Rusia hasta Turquía. Consiguieron recuperar proteínas de la sangre, el tejido muscular y la leche. Los calderos se utilizaban para cocer tejidos de ciervo o bovino. También se recuperaron proteínas de la leche de oveja o cabra. Se preparaban allí productos lácteos.
Otros objetos
La datación señala una antigüedad de entre 3520 y 3350 a. C. Son más de 3.000 años más antiguos que cualquier otro que se haya analizado antes. Muestran signos de desgaste por el uso, también muestran signos de reparaciones exhaustivas. «Estos recipientes de metal habrían necesitado mucho tiempo y mucha habilidad para fabricarse. Se utilizaban y cuidaban durante un largo periodo de tiempo. Quizá durante más de una generación», explica Peter Hommel, de la Universidad de Liverpool (Reino Unido).
La dieta en la Edad de Bronce puede estudiarse mejor con estos nuevos enfoques. «Las proteínas se conservan en estas vasijas. Hay muchas posibilidades de que se conserven en una amplia gama de otros artefactos metálicos prehistóricos. Queda mucho por aprender, pero esto abre el campo de una forma realmente espectacular».
