¿Por qué cambiamos de preferencias de sabor?

Muchos factores determinan nuestras preferencias de sabor. Desde la evolución hasta la genética. Con el tiempo, suelen variar. ¿Por qué cambiamos de preferencias de sabor? La evolución, entre otras cosas, influye en esto.

¿Por qué cambiamos de preferencias de sabor con el tiempo?
¿Por qué cambiamos de preferencias de sabor con el tiempo?
Dulces inicios

En la infancia, preferimos los sabores dulces. Esto suele disminuir alrededor de los 15 años, explica Live Science. La dulzura suele ser un indicativo de un alimento rico en caloría. Es clave para el crecimiento, el desarrollo y la supervivencia. Lo dice la biopsicóloga Julie Mennella, del Centro Monell de los Sentidos Químicos en Filadelfia. En comparación con los adultos, a los niños también les gusta más la sal. Es un mineral esencial para la función cerebral y muscular.

El sabor amargo podría denotar algo venenoso o en mal estado, sostiene Mennella. El organismo asegura que los niños en crecimiento ingieran muchas calorías evitando “toxinas”.

También la gestación interviene. Un estudio se llevó a cabo en 2019. Los alimentos consumidos por las mujeres durante el embarazo «dan sabor» a su líquido amniótico. Los fetos reciben la información acerca de cuáles son seguros para consumir. Enseña los sabores a los bebés de manera similar.

Probando ciertos alimentos con frecuencia desde bebés, nos adaptamos a ellos.
Probando ciertos alimentos con frecuencia desde bebés, nos adaptamos a ellos.
La edad y el sabor intenso

La exposición repetida a nuevos alimentos ayuda a expandir el paladar. Probar verduras siendo bebés facilita su aceptación más tarde. Las comidas de la infancia también crean recuerdos «emocionalmente potentes». Los evocamos a través del sabor. Este peso emocional favorece ciertos gustos.

Otro factor es la edad. Nuestros gustos pueden cambiar a medida que envejecemos. Cambia nuestra capacidad para sentir sabores y olores. En la juventud, el gusto y el olfato son más agudos. Los sabores se sienten de manera más intensa. En la vejez, nos puede hacer más tolerables algunos sabores. El consumo de alimentos superdulces y salados tiende a aumentar en la vejez.

Entonces, ¿por qué cambiamos de preferencias de sabor? En realidad, confluyen muchos aspectos de nuestra genética y nuestras experiencias. La apariencia visual, textura y conveniencia de ciertos alimentos forma parte de esto.

Fuente Why do our flavor preferences change over time?
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