Las calculadoras, ese aliado veloz de millones de personas. Contables, comerciantes, estudiantes… su uso es infinito. Debemos recordar que el modelo actual ha tenido múltiples evoluciones. Una de ellas es la primera calculadora mecánica de tecla pulsada, algo que en esencia se parece mucho a lo usado actualmente. Se llamaba comptómetro, y su inventor la patentó un día como hoy, el 11 de Octubre de 1887.
Se llamaba Dorr Felt. Se había propuesto mejorar las calculadoras existentes. Como la de Thomas Hill y la de Blaise Pascal, precedentes de su modelo. Comenzó su primer prototipo de comptómetro durante las vacaciones de Acción de Gracias (EE.UU.) de 1884.
Ingenio y habilidad
Para construirlo utilizó una caja de macarrones para la armadura exterior. Agregó pinchos de carne, grapas y gomas elásticas (que funcionaban como muelles). Así reforzó el mecanismo interior. Este primer prototipo se llamó la caja de macarrones.
Poco después, Robert Tarrant, el dueño de un taller de Chicago, se intereró en la propuesta. Le dio a Felt un salario de 6$ por semana. Luego añadiría hasta 5000$ para construir su primera máquina práctica, que fue terminada en otoño de 1886.
En septiembre de 1887, se habían construido 8 máquinas. Felt fundó en enero de 1889 Felt & Tarrant Manufacturing Company, una compañía importante en la industria de las calculadoras hasta mediados de 1970.
El sistema que llegó para quedarse
Fue la primera calculadora que funcionaba sólo presionando teclas. Ya no había que girar ruedas, como antes. El nuevo proceso ofrecía con suficiente velocidad, fiabilidad y economía.
Cada tecla suma o resta su valor al acumulador, tan pronto como se presiona. Un operador experto puede introducir todos los dígitos de un número a la vez, usando tantos dedos como se requiere. Por eso a veces es más rápido de usar que las calculadoras electrónicas. En aplicaciones especializadas, el comptómetro ha permanecido en uso hasta la década de 1990. Pero con la excepción de las piezas de museo, todos ellos han sido reemplazados por las calculadoras electrónicas y ordenadores.
Se fabricó sin interrupción desde 1887 hasta mediados de la década de 1970. Mejoraba constantemente. Se añadió una línea de modelos electromecánicos en la década de 1930. Fue la primera calculadora mecánica en recibir un motor totalmente electrónico en 1961. Era el modelo ANITA Mark VII, lanzado al mercado por Sumlock Comptometer.
Era, sobre todo, una máquina de sumar, pero podía hacer restas, multiplicaciones y divisiones. Su teclado constaba de ocho o más columnas de nueve teclas cada una. Los comptómetros especializados con diferentes conjuntos de teclas fueron producidos para una variedad de propósitos especiales. Incluso el cálculo de los cambios de divisas, tiempos y pesos imperiales. El nombre de comptómetro fue usado como un nombre genérico para este tipo de máquinas calculadora.
Mucha agua ha corrido bajo el puente desde la primera calculadora mecánica de tecla pulsada. Las computadoras parecen haber vuelto obsoleto todo vestigio del pasado. Pero sigue siendo incalculable el tiempo que esta máquina le ahorró a la humanidad, en horas hombre, durante su existencia.
