La pérdida de nubes causa temperaturas récord
La cobertura nubosa de la Tierra se está reduciendo rápidamente. Estre fenómeno contribuye a las temperaturas altas que se vienen registrando en todo el mundo. El pronóstico no es muy esperanzador. La pérdida de nubes causa temperaturas récord.
Es una nueva investigación del Centro de Excelencia para el Clima del Siglo XXI. La realizó el Consejo Australiano de Investigación. Está publicada en Geophysical Research Letters. Analizó observaciones satelitales. Así revelaron que entre el 1,5 % y el 3 % de las zonas de nubes de tormenta del mundo se han estado contrayendo cada década durante los últimos 24 años.

Aumento global
Esta tendencia se ha vinculado a diferentes motivos. Los cambios en los patrones de viento, la expansión de los trópicos y el desplazamiento de los sistemas de tormentas hacia los polos Norte y Sur influyen. Y son todas respuestas bien documentadas al cambio climático.
Ahora tenemos menos nubes que reflejan la luz solar al espacio para mantener el planeta fresco. Por lo que el efecto de calentamiento de las emisiones de gases de efecto invernadero se está amplificando. Y como consecuencia, de inmediato se impulsa el aumento de las temperaturas globales.
Christian Jakob es coautor y director del Centro de Excelencia ARC para el Clima del Siglo XXI. Afirmó que ahora se entiende que la reducción de la nubosidad es el principal factor que contribuye a la mayor absorción de radiación solar en la Tierra. «Sabemos desde hace tiempo que los cambios en la circulación atmosférica afectan a las nubes».

Futuro cálido
Por primera vez, contamos con investigaciones que demuestran los efectos de esos cambios. La pérdida de nubes causa temperaturas récord que solo aumentarán. Ya están impulsando cambios importantes en la cantidad de energía que absorbe la Tierra.
Es una pieza clave para comprender el extraordinario calentamiento reciente que observamos. Y sirve como una llamada de atención para la acción climática urgente. Poder predecir con mayor precisión dónde se forman las nubes y cuánta luz solar reflejan será fundamental para anticipar la velocidad y la magnitud del calentamiento futuro, concluyen.