La carta que se leyó sin ser abierta

Documento de 300 años

Era una carta guardada hace 300 años. Tenía un sello especial, que debía romperse si se quería leer. El sello era la propia carta, convertida en su mismo sobre: una técnica antigua. ¿Cómo lo hicieron? Usando un escáner de rayos X. Se utiliza en la investigación dental. Pero gracias a esto fue develada la carta que se leyó sin ser abierta.

La carta que se leyó sin abrir nos cuenta una historia cotidiana que nunca vio la luz.
La carta que se leyó sin abrir nos cuenta una historia cotidiana que nunca vio la luz.
Lectura virtual

No rompieron el sello ni la dañaron de ninguna manera. Se hizo un «despliegue virtual» del manuscrito, doblado varias veces por seguridad hasta convertirlo en su propio sobre. La hazaña se dio a conocer en la revista ‘Nature Communications’. Abre la puerta a que otros textos antiguos puedan leerse sin peligro de estropearlos para siempre.

La carta pertenece a un lote sin abrir de la Colección Brienne. Es un baúl postal conservado en el Museo voor Communicatie de La Haya. Contiene… 2.600 cartas sin entregar enviadas desde toda Europa a La Haya entre 1680 y 1706. Los remitentes de estas cartas las habían cerrado usando el ‘bloqueo de cartas’. Doblaban una hoja de papel plana para convertirla en su propio sobre. Se trataba de una práctica común para la comunicación segura antes de que entraran en uso los sobres modernos. El eslabón perdido entre las antiguas técnicas de seguridad de las comunicaciones físicas y la criptografía digital moderna.

Hasta ahora, estos paquetes de cartas solo podían estudiarse y leerse cortándolos. Ahora utilizaron un escáner de microtomografía de rayos X de alta sensibilidad. El escáner fue ideado en un principio para mapear el contenido mineral de los dientes con una sensibilidad sin precedentes. «Hizo posible resolver ciertos tipos de tinta en papel y pergamino. Es increíble pensar que un escáner diseñado para observar los dientes nos haya llevado tan lejos». Lo afirma Graham Davis, coautor del estudio. «Permite ver los diminutos rastros de metal en la tinta utilizada para escribir estas letras».

El proceso fue tedioso pero al final tuvo éxito.
El proceso fue tedioso pero al final tuvo éxito.
Historia oculta

El resto del equipo pudo convertir las imágenes escaneadas en letras que se podían abrir virtualmente. Después, los investigadores aplicaron algoritmos computacionales a las imágenes escaneadas. Y lograron separar las diferentes capas de las hoja doblada y ‘desplegarla virtualmente’.

¿Cuál es el contenido de esta carta? Está fechada el 31 de julio de 1697. Contiene una solicitud de una copia física del certificado de defunción de un tal Daniel Le Pers. El equipo de investigación explica: «a veces, el pasado se resiste al escrutinio. Podríamos simplemente haber abierto estas cartas. Pero nos tomamos el tiempo para estudiarlas por sus cualidades ocultas, secretas e inaccesibles. Hemos aprendido que las cartas pueden ser mucho más reveladoras sin abrir. Usamos despliegue virtual para leer una historia íntima que nunca ha visto la luz del día. Ni siquiera ha llegado a su destinatario, es verdaderamente extraordinario». La carta que se leyó sin ser abierta, es, ciertamente, la primera de su tipo.

Fuente Unlocking history through automated virtual unfolding of sealed documents imaged by X-ray microtomography
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