El riesgo de incendio aumentó 40%
En todo el mundo
Está a la vista de todos, y la ciencia lo confirma. El cambio climático multiplicó la probabilidad de ciertas condiciones climáticas extremas. Son las que alimentaron los incendios forestales en Portugal y España el pasado mes de agosto. En promedio, el riesgo de incendio aumentó 40% en todo el mundo.
Asimismo, los incendios registrados en ese periodo en la Península Ibérica fueron un 30 % más intensos que si el mundo no se hubiera calentado. Lo dice un estudio de World Weather Attribution (WWA). Es un grupo de científicos del Imperial College de Londres.

Olas de calor
Las conclusiones se basaron únicamente en un análisis de datos meteorológicos, informa Bloomberg. «Estos incendios son una señal de lo que está por venir». Lo afirmó Clair Barnes, investigadora del Centro de Política Ambiental del Imperial College y coautora del estudio. «Con cada fracción de grado de calentamiento, las olas de calor extremas y duraderas continuarán intensificándose. Y esto es lo que aumenta la probabilidad de grandes incendios forestales como los que quemaron vastas áreas de la Península Ibérica». Lo cuentan en un comunicado.
Más de un millón de hectáreas (2,5 millones de acres) de tierra se han quemado en toda Europa este verano. España y Portugal representan aproximadamente dos tercios del total. Casi el 3% de la superficie terrestre de Portugal se ha quemado. Mientras tanto, en España, los incendios han arrasado casi cinco veces la media anual. En tan solo una semana, los incendios en España afectaron a más de 175.000 hectáreas.

Cambios a tiempo
Históricamente, los períodos de 10 días de temperaturas extremadamente altas, sequías y vientos extremos ocurren una vez cada cinco siglos. En un mundo en calentamiento, ahora se espera que ocurran una vez cada 15 años. Es lo que dice la investigación de la WWA.
«El riesgo de incendio aumentó 40%, pero las muertes y los daños son evitables. Todos los niveles de gobierno deben colaborar para adaptarse al cambio climático». Lo afirmó Friederike Otto, profesora del Imperial College y coautora del estudio. «Sin embargo, en última instancia, el mundo necesita dejar de quemar petróleo, gas y carbón».