Cinco formas con las que puedes comprobar que la Tierra no es plana

Hace más de 2.300 años, la civilización griega demostró que la Tierra no es un disco plano, sino una esfera ligeramente aplastada en los polos. Pero en los últimos años, los conspiranoicos han visto potenciado, gracias a internet, su teoría de que vivimos en una superficie completamente plana.

Hay muchas maneras de desafiar sus creencias: por ejemplo, el Sol nunca se pondría en una Tierra plana. Podemos también preguntarles cómo ocurrirían los volcanes o los terremotos en un planeta aplastado. O tal vez que nos contesten por qué cuando un asteroide impacta sobre la superficie, el planeta no se voltea como una tostada.

Pero si buscas una forma rápida y económica de refutarlo (sin necesidad de cohetes para viajar al espacio), te hacemos una lista:

    1. Estrellas
      La forma más simple y económica de demostrar que la Tierra no es plana es mirar al cielo nocturno. En un momento dado, ciertas estrellas y constelaciones tendrán una cierta altura en el horizonte. Dependiendo de su posición relativa en la Tierra, no se podrá ver algunas de ellas cuando otros sí. El ejemplo clásico es Polaris, la Estrella del Norte, visible en el hemisferio sur.
      A medida que te desplazas en cualquier parte de la Tierra dirección norte-sur, podrás ver constelaciones que se mueven hacia arriba o hacia abajo en el cielo, y aparecen o desaparecen estrellas. No hay forma de que este efecto ocurra en un disco plano.
    2. Sombras
      El siguiente paso, esta vez de día, es utilizar un palo y la luz del sol. Para lograr esto, necesitas dos personas a diferentes distancias del ecuador y dos palos con la misma longitud. Hay que colocar los palos en el suelo y medir la longitud de las sombras a la vez. Si la Tierra es plana, la sombra será la misma. Pero como no lo es, la longitud será diferente.
      Esta no es solo una manera muy efectiva de probar la redondez de nuestro planeta: también puede permitir calcular cuán grande es. Este método, hechos con pozos de agua en lugar de palos, fue utilizado por Eratóstenes para calcular la circunferencia de nuestro planeta en el siglo III a.C.
    3. La gravedad
      Con una piedra y un trozo de cuerda, ya podrás argumentar contra todos los teóricos de la Tierra plana. Con estas dos cosas se puede medir la gravedad. La atracción gravitatoria de una esfera es bastante fácil de resolver con nuestro instrumento: siempre apuntará hacia abajo.
      Si estuviéramos en una Tierra plana, la roca estaría apuntando al centro del disco, y cuanto más nos alejáramos de ella (ubicado en el Polo Norte), más ancho sería el ángulo entre la vertical y la cuerda.
    4. El péndulo de Focault
      Si haces tu pequeño detector de gravedad un poco más sofisticado, puedes crear un péndulo. Y al usar un instrumento de este tipo, puedes demostrar que la Tierra no solo es una esfera, sino que también gira. Este método fue realizado por primera vez por el físico francés Léon Focault en 1851. Cuando el péndulo se balancea, el plano de sus oscilaciones gira y el tiempo que toma al hacer un círculo depende de su latitud.

  1. Los campos magnéticos
    Nuestro planeta tiene un campo magnético generado por el movimiento de la aleación de hierro líquido en el centro de nuestro planeta. Podemos observar el campo generado a medida que nos rodea y se extiende hacia el espacio, y puedes seguir estas líneas de campo usando una brújula, que da una dirección muy específica, norte-sur, que termina en dos puntos distintos (polos magnéticos). No hay forma de crear dichos campos en un disco plano.
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