¿Qué pasará cuando los antibióticos dejen de funcionar?

logo16 Hace muchísimos años las infecciones eran la principal causa de muerte; gracias a los antibióticos, dichas muertes se redujeron en nombres escandalosos. Por el momento, todavía podemos tratar la mayoría de las infecciones que se producen, ya que sólo unos pocos son resistentes a la colistina: una de las últimas armas contra las bacterias polirresistentes. Pero sabemos que un día dejará de tener efecto, y es que de hecho ya hay casos de resistencias a dicho fármaco en China y Estados Unidos.

Las últimas investigaciones en este campo tratan de combatir la resistencia lo máximo posible, y es que mucho se abusó de este fármaco: los agricultores lo utilizaron excesivamente en el ganado, los médicos lo recetaron innecesariamente y las farmacéuticas no invirtieron lo suficiente para analizar las consecuencias de su sobreexplotación.

Aún no podemos decir que estemos en la era post-antibiótica, pero, ¿cómo sería nuestro planeta si los antibióticos no fueran eficaces? Sólo tendríamos que viajar 70 años atrás, en la «época dorada» de los descubrimientos de antibióticos, entre los años 40 y 60, para ver como las enfermedades infecciosas eran la causa predominante de la muerte entre la sociedad.

Alexander_FlemingSin embargo, la sociedad también ha cambiado desde aquellos años pre-antibióticos: somos más personas y vivimos más cerca los unos de los otros, ya que las ciudades no eran tan compactas y había más gente en las zonas rurales. Más personas viven en una sociedad más limpia que, irónicamente, crea a más personas hipocondríacas.

La aparición de nuevas enfermedades y el resurgimiento de aquellas que se creían desaparecidas también han tenido un impacto significativo en las últimas dos décadas. La legionela, la enfermedad de Lyme y el E.coli serán, inevitablemente, más resistentes a los antibióticos a medida que vaya pasando el tiempo.

Sin antibióticos, algunas viejas enfermedades que actualmente no suponen ningún tipo de riesgo, resurgirán y se tornarán mortíferas. Algunos ejemplos serían la tuberculosis o la neumonía.

Los trasplantes se harían prácticamente imposibles, ya que los fármacos inmunosupresores que son esenciales para que nuestro cuerpo acepte dicho trasplante, sería incapaz de luchar contra las infecciones que amenazan la vida. Incluso la extracción de un apéndice sería peligrosa.

Entonces, ¿qué futuro nos espera? ¿Podríamos seguir saludando a la gente con un abrazo o dos besos, o tendríamos que hacerlo desde la distancia? ¿Podríamos utilizar el tren o el autobús? ¿Tendríamos que ir siempre con máscaras y utilizar trajes de contención biológica?

Según Kevin Fong, fisiológico, si queremos evitar un retorno a una sociedad pre-antibiótica, hay que ser audaz y no perder la ventaja que hemos ganado en tan poco tiempo contra los microorganismos.

Lo que tenemos que pensar es que esto no se trata de una prueba, y que corremos un grave riesgo. Mientras, los gobiernos nacionales están empezando a buscar soluciones, pero se ven obligados a equilibrar sus fuerzas contra otras nuevas amenazas, como el virus Zika.

 

Fuente http://www.iflscience.com/health-and-med...
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