La ciudad que desaparece bajo la arena

Está en el sur de Namibia y es nombre es Kolmanskop. Es un viejo poblado minero de la época colonial alemana. ¿Qué tiene de particular? Es la ciudad que desaparece bajo la arena. El desierto del Kalahari está borrándolo del mapa. Solo pasó medio siglo desde que se fue de allí el último de sus habitantes.
Kolmanskop fue una mina de diamantes. A inicios del siglo XX se desató allí la fiebre del diamante en esa colonia germana. Entre 1908 y 1910 se construyeron la mayoría de lujosas casas para ejecutivos de la compañía extractora. Las baldosas de las cocinas eran de Bremen; los hornos, de la factoría Senking. Los muebles llegaban de las mejores fábricas europeas. Hacia 1920 vivían en Kolmanskop 300 blancos y 800 trabajadores negros.

La ciudad que desaparece bajo la arena ofrece maravillosas vistas.
La ciudad que desaparece bajo la arena ofrece maravillosas vistas.

Arena que colma

En 1927, los geólogos descubrieron nuevos y más grandes yacimientos de diamantes unos 250 kilómetros al sur. Era cerca de la frontera entre Namibia y Sudáfrica. Poco a poco, la actividad minera se fue trasladando allí y Kolmanskop empezó a languidecer. En 1956 cerró el hospital militar y la estación de tren y los últimos habitantes se trasladaron a Lüderitz.
Entonces el viento hizo su trabajo sin tener resistencia. Las dunas del Kalahari viven ahora donde antes lo hacía el hombre. Está en las lujosas mansiones de los grandes empresarios. Metro y medio de arena sobre las construcciones. Arena que parece hacer juego con los tonos pastel de la pintura original de las paredes. El hospital parece diseñado por un director de fotografía para rodar una aparición. En el edificio más fotografiado ahora por los turistas, la arena colma las habitaciones hasta el techo,

Este pueblo fantasma es lentamente devorado por la arena.
Este pueblo fantasma es lentamente devorado por la arena.

Inexorable desaparición

En 1990 el lugar fue abierto como atracción turística, con la aquiescencia de muchos descendientes de los antiguos empleados. El Kolmanskop de su niñez, la que un día fue “ciudad más rica del mundo”, renacía de sus cenizas. Y volvía a tener una nueva vida. Eso sí, con la arena como principal habitante. En otros 50 o 60 años este nuevo propietario habrá sepultado ya para siempre el sueño de la ciudad que desaparece bajo la arena… para siempre.

Fuente Kolmanskop, una visita a la ciudad namibia enterrada por la arena
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