Muchas son las terribles historias que nos llegan de las guerras, entre estas, que no es poco conocida, esta la de este líder ruso. Su ejercito vivía en situaciones tan precarias, que los soldados eran en algunos momentos enviados al frente sin fusil, y tenían que andar tras quienes los poseían para que, cuando cayesen muertos, recogerlos y poder combatir.
Asimismo, se obligo también a combatir a muchas mujeres a gran escala, también en situaciones infrahumanas que escapan a la razón. El Ejercito Rojo practicaban masivos ataques frontales a distancias mínimas, convirtiendo las batallas en, literalmente ríos de sangre.
