Aterrizando sobre un asteroide

El espacio: la frontera final. Los misterios que aún oculta el universo nos atraerán siempre. Las misiones espaciales no apuntan a la luna tanto como a las estrellas, agujeros negros y asteroides. Aterrizar en un asteroide ya es bastante complicado. Extraer material del subsuelo es mucho más difícil. Pero es lo que consiguió recientemente una misión espacial, aterrizando sobre un asteroide.

Sombra de la sonda espacial Hayabusa2 (arriba en el centro) tras su aterrizaje en el asteroide Ryugu, a 340 millones de kilómetros de distancia de la Tierra.
Sombra de la sonda espacial Hayabusa2 (arriba en el centro) tras su aterrizaje en el asteroide Ryugu, a 340 millones de kilómetros de distancia de la Tierra.
Japón aterrizando sobre un asteroide

Fue la nave espacial robótica de la misión Hayabusa2, de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA). Logró aterrizar ayer sobre el asteroide Ryugu. Tiene unos 900 metros de diámetro. Se sitúa a más de 300 millones de kilómetros de distancia de la Tierra. El aterrizaje controlado, realizado con retraso pero según lo previsto, ha sido breve. La sonda espacial descendió gradualmente. Cuando el tubo de muestreo ha entrado en contacto con la superficie del asteroide, ha disparado un proyectil de tántalo. Luego de la explosión, recogió el material eyectado. A las 7:48 (hora estándar de Japón), la JAXA ha confirmado que «la nave espacial ha comenzado a ascender según lo planeado». Ya con las pequeñas muestras del asteroide Ryugu en su interior, volverá a la Tierra. Pero aún recogerá otras muestras que tomará próximamente, a finales del año 2020.

Yuichi Tsuda, el director del proyecto de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial.
Yuichi Tsuda, el director del proyecto de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial.
Touchdown

«La mano de la humanidad ha alcanzado un nuevo y pequeño objeto celeste. Teniendo en cuenta los diferentes escenarios, ha aterrizado en las mejores condiciones posibles». Lo dice Yuichi Tsuda, el director del proyecto, según The Asahi Shimbun. «El touchdown ha sido un éxito, incluido el disparo de un proyectil», añadió. La sonda espacial Hayabusa2 tendrá que efectuar otros dos aterrizajes controlados. El último de ellos dejará caer un impactador que creará un cráter artificial en la superficie del asteroide. Tiene el objetivo de obtener material del subsuelo. La misión japonesa pretende explorar y tomar muestras del asteroide Ryugu. Esperan «dilucidar las interacciones entre minerales, agua y materia orgánica en el sistema solar primitivo», aterrizando sobre un asteroide.

Eso, dicen, permitirá «aprender sobre el origen y la evolución de la Tierra, los océanos y la vida», explica la JAXA en un dosier de prensa del proyecto Hayabusa2.

Y así seguirá la humanidad, yendo cada vez más lejos.

 

Fuente Operation status for the asteroid explorer, Hayabusa2
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