África se partirá formando dos continentes

Una gran grieta, que se extiende durante varios kilómetros, apareció repentinamente en el sudoeste de Kenia. La rasgadura, que continúa creciendo, ha provocado el colapso de la carretera de Nairobi a Narok, y ha sido acompañada de actividad sísmica.

La Tierra es un planeta en constante cambio, aunque en algunos aspectos el cambio podría ser casi imperceptible a nuestros ojos. La tectónica de placas es un buen ejemplo; pero de vez en cuando, suceden cosas dramáticas como esta, que llevan a concluir que, en millones de años, el continente africano se dividirá en dos.

La litosfera terrestre (formada por la corteza y la parte superior del manto) se divide en varias placas tectónicas. Estas no son estáticas, sino que se mueven entre sí a diferentes velocidades, «deslizándose» sobre una astenosfera viscosa. Exactamente qué mecanismo está detrás de este movimiento todavía es motivo de discusión, pero es probable que influyan las corrientes de convección dentro de la atonesfera y las fuerzas generadas en los límites entre las placas.

Estas fuerzas no solo mueven las placas; también pueden hacer que estas se rompan, formando brechas y creando nuevos límites. El sistema de Rift de África Occidental es un buen ejemplo de ello.

El Valle del Rift, en el este de África, tiene una extensión de más de 3.000 kilómetros desde el Golfo de Adén, en el norte, hacia Zimbabwe, en el sur, dividiendo la placa africana en dos partes desiguales: las placas de Somalia y Nubia.

¿Por qué ocurre el ‘rifting’?

Cuando la litosfera está sujeta a una fuerza de extensión horizontal, se estirará. Más tarde se romperá, lo que llevará a la formación de un valle de rift.

Este proceso se acompaña de manifestaciones superficiales a lo largo del valle del rift en forma de vulcanismo y actividad sísmica. Las fracturas son la etapa inicial de una ruptura continental y, si tiene ‘éxito’, pueden conducir a la formación de una nueva cuenca oceánica. Un ejemplo de ello es el océano Atlántico Sur, que surgió de la ruptura de América del Sur y África hace alrededor de 138 millones de años.

La ruptura continental requiere de la existencia de fuerzas de extensión lo suficientemente grandes como para romper la litosfera. El Rift de África Occidental se describe como un tipo activo de grieta, en el que la fuente de estas tensiones radica en la circulación del manto subyacente. Debajo de esta grieta, el aumento de una gran pluma mantélica está enviando la litosfera hacia arriba, causando que se debilite como resultado del aumento de la temperatura, sometiéndose a estiramientos y rompiéndose por fallas.

 

Fuente Face 2 Face
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