Descubren una nueva especie de mono tití en la selva amazónica
La selva amazónica es el bosque tropical más extenso y más rico en biodiversidad de nuestro planeta. En los últimos 15 años, se han descubierto 1200 nuevas especies de plantas y vertebrados, es decir, de media, han hallado una nueva especie cada tres días, sin tomar en cuenta los nuevos registros de insectos. Ahora un grupo de científicos ha añadido a la lista una nueva especie de tití mono. La recién descubierta especie, bautizada cómo tití de Milton (Callicebus miltoni) en homenaje al histórico primatólogo brasileño Milton Thiago de Mello, habita en una pequeña y remota región de la Amazonia brasileña.
Sus ejemplares presentan un característico color gris, con cola naranja muy brillante y patillas ocres, unos colores que los diferencian de otras especies de su género, el de los monos titís. Como otros titís, los titís de Milton se sientan en compañía de otros miembros de su especie en las ramas de los árboles, entrelazando, en un gesto de unión, sus largas colas.
Los árboles son sus hogares y se alimentan de los frutos que éstos les proporcionan. Se estructuran en grupos familiares compuestos por una pareja fiel y sus crías. Son particularmente territoriales y emiten, como señal de advertencia, unos chillidos muy peculiares protegiendo así sus árboles y su familia. Gracias a estos fuertes chillidos los científicos pudieron localizar y estudiar a diferentes familias de titís de Milton.
Ubicada en la ribera oriental del río Roosevel, en el sur de la selva brasileña, esta nueva especie ya está en peligro de extinción. La continua deforestación está reduciendo significativamente su territorio y estos primates no saben nadar ni atravesar terrenos montañosos, por lo que están confinados en su pequeño territorio, rodeado de ríos y colina.
La especie fue avistada por primera vez en diciembre de 2010 por el investigador Julio César Dalponte, del Instituto para la Conservación de los Carnívoros Neotropicales, una organización no gubernamental brasileña. Desde su descubrimiento gracias a una expedición promovida por la organización ecologista WWF, ha sido estudiada por científicos del Programa de Liderazgo en Conservación, un consorcio de las ONG Fauna & Flora International, BirdLife International y la Wildlife Conservation Society
El hallazgo se acaba de publicar en la revista científica brasileña Papéis Avulsos de Zoologia.