La resistencia a los antibióticos y sus mitos

antibiotico La crisis global sobre la resistencia a los antibióticos está a la orden del día. Ha habido una dramática incrementación en la capacidad de resistencia bacteriana en los últimos años, en enfermedades tales como la gonorrea, que en muchos sitios está siendo incapaz de ser tratada. Actualmente, 700.000 personas mueren al año por la resistencia a las infecciones, y este número podría incrementarse a diez millones en el año 2050 si no se pone solución.

Debido a la peligrosidad del asunto, os dejamos siete afirmaciones falsas sobre los antibióticos y las debatimos.

1. Los antibióticos no causarán resistencia si los tomo correctamente. La resistencia a los antibióticos está ligada a la evolución natural. Por miles de años, las bacterias se han protegido ellas mismas de sustancias químicas producidas por otras bacterias y hongos, que intentaban destruirla. Desde 1928, cuando Alexander Fleming descubrió la penicilina, hemos utilizado estas sustancias como antibióticos.

Las bacterias que son capaces de resistir tienen ventajas frente al ataque de un antibiótico. De hecho, hay ciertas bacterias que pueden adquirir genes de otras bacterias que pueden hacer que éstas sean resistentes. Cuando utilizamos un antibiótico, mata a todas las bacterias que no tienen un mecanismo de resistencia, y deja vivos aquellos que sí tienen esta capacidad.

Dadas las circunstancias adecuadas, las bacterias que resisten se pueden replicar volviendo a infectar a la misma persona, o colonizando la piel del paciente. Es entonces cuando pueden transmitirse a otras personas y se extiende la infección de bacterias resistentes a los antibióticos. Estos casos suelen darse en los centros médicos, sobre todo en aquellos profesionales que no tienen tanta costumbre de lavarse las manos.

2. Lo que realmente se vuelve resistente a los antibióticos es nuestro cuerpo. No, como has visto anteriormente, es la propia bacteria la que resiste a la medicación. Por lo tanto, no hay nada que podamos cambiar en nuestro cuerpo para que no nos volvamos resistentes a los antibióticos.

3. Los antibióticos son la cura para el resfriado y la gripe. Los antibióticos sólo son eficaces contra las bacterias. Los resfriados y la gripe son causados por virus los cuales los antibióticos no tienen ningún tipo de efecto. Y cuantos más antibióticos usamos, más número de bacterias resistentes a los antibióticos tendremos en nuestro cuerpo. La sobreutilización de los antibióticos para infecciones virales es una de las razones del incremento a la resistencia de los antibióticos.

4. Si me siento mejor, puedo parar de tomarme antibióticos. Falso; pero hay una clara excepción, dependiendo de si estás tomando antibióticos por una infección bacteriana, o si los estás tomando (de manera incorrecta), para curarte de una infección viral. Si el caso es el último, cuanto antes dejes de tomar antibióticos, mejor.

Pero si tienes una infección bacteriana que necesita ser tratado con un antibiótico, es vital que tomes la dosis prescrita. Los síntomas suelen desaparecer antes de que la bacteria sea eliminada de nuestro cuerpo. Si detienes tu tratamiento antibacteriano antes de los plazos establecidos, u olvidas tus dosis, el total de antibiótico disponible para matar las bacterias no será suficiente, y ésta todavía podría replicarse, ya que para ellas es muy fácil volverse resistentes si hay muy poco antibiótico presente en el cuerpo. Así pues, completa siempre tu tratamiento y no lo detengas porque te sientas mejor.

5. Puedo tomar las sobras de un familiar o amigo. No. Nunca tomes antibióticos de antiguas infecciones, así como tampoco se los recomiendes a amigos o familiares. Sólo tómate antibióticos prescritos por un doctor. Hay dos buenas razons para ello: los antibióticos pasados de fecha suelen causar más resistencia ya que su ingrediente activo puede estar deteriorado. También, los antibióticos de otras personas no tienen por qué ser la mejor opción. Hay muchos tipos de antibióticos que tratan muchos tipos de infecciones, lo que significa que, si no tratas tu infección de la forma correcta, incrementarás la posibilidad de que la bacteria se vuelva resistente.

6. La resistencia ocurre sólo cuando la infección se repite. La resistencia a los antibióticos pueden ocurrir cuando sea que te tomes un antibiótico, sea cual sea la infección, y también independientemente de cuantas veces hayas sido infectado. Pero es cierto que, cuanto más ciclos tomes, más probabilidades de resistencia; aunque eso no significa que pueda surgir resistencia a los antibióticos con una sola toma.

7. Es culpa de los médicos. Es cierto que, en algún momento, algún médico haya podido equivocarse en su diagnóstico y haya recetado antibióticos cuando no debía; pero también es cierto que muchos pacientes pueden presionar a médicos y enfermeros para que les prescriban antibióticos. Para la lucha contra la resistencia, tenemos que tener una pautas todos juntos y, aunque pueda parecer algo fantasioso, somos responsables de nuestro futuro: los antibióticos son un bien común global, y lo que puedas hacer con ellos puede afectar al siguiente.

Fuente http://www.iflscience.com/health-and-med...
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