A esta lluvia se le denomina «lluvia fósil«, es lluvia que cayó hace millones de años y dejó marcas en las cenizas volcánicas que con el tiempo se transformaron en rocas.
Estas rocas son estudiadas por los científicos para analizar la atmósfera del pasado. Gracias a un nuevo método científico bautizado como paleobarometría, científicos del Centro Ames de Investigación de la NASA han logrado de momento calcular la velocidad y el diámetro de las gotas de lluvia en el momento del impacto y deducir. Finalmente a partir de los datos calcularon la densidad del aire hace 2.700 millones de años.
El análisis de la “lluvia fósil” encontrada en rocas de Sudáfrica indican que la atmósfera temprana de la Tierra debió tener una alta concentración de gases de invernadero.
