El buen estado del náufrado del Pacífico siembra dudas

Hace unos días contábamos desde No Sabes Nada la increíble historia del hombre que sobrevivió durante un año a la deriva del Oceáno Pacífico. Sin embargo, el buen estado de José Salvador Alvarenga hace tambalear el increíble milagro.

El náufrago mexicano salió el 24 de diciembre de 2012 a pescar tiburones en una embarcación de 7 metros. Los fuertes vientos hicieron que él y su compañero se desviasen del rumbo y se perdieran en las inmensidades del océano.

«Le han hecho algunas pruebas y está bien, aunque sufre dolores musculares porque ha pasado mucho tiempo durmiendo sobre la superficie dura del bote», explicó el director de inmigración de Marujo al diario ABC. 

A pesar de haberse alimentado solo a base de peces y pájaros y beber sangre de tortuga, lo único que ha revelado el náufrago de su odisea, no ha perdido corpulencia, cosa que ha hecho dudar a los expertos sobre la veracidad de su historia, ya que lo normal sería que estuviera raquítico y demacrado.

Asimismo, una exposición tan prologada a la intemperie debería haberle dejado quemaduras en la piel, circunstancia que tampoco ha ocurrido.

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