El terrible caracol zombi

A primera vista, parece un divertido y colorido caracol muy alegre. Nada más alejado de la realidad. Lo cierto que es un espectáculo tenebroso, digno de una película de terror. Podría titularse: «El terrible caracol zombi». Sus colores se mueven arriba y abajo recorriendo sus antenas. La culpa es de un parásito: el Leucochloridium Paradoxum, que usa de huésped a los caracoles.

El terrible caracol zombi esconde una historia tenebrosa y cruel.
El terrible caracol zombi esconde una historia tenebrosa y cruel.
Caracol suicida

El fin de estos parásitos es llegar a los pájaros. Los moluscos solo son su transporte para alcanzar las copas de los árboles. Desde allí llaman la atención de tordos y mirlos, en cuyo recto pondrían larvas. Luego se expulsarían para volver a infectar a otros caracoles. Y así hasta el infinito.

Un vídeo de National Geographic explica el proceso. Cuando el parásito infecta al caracol, toma posesión de su cerebro. Su cuerpo es traslúcido. Los colores que se aprecian en las antenas son el usurpador moviéndose dentro del caracol. En ese momento está guiando al molusco a donde los pájaros puedan verlos. Los caracoles no son la comida favorita de las aves. Pero el parásito recrea cómo se verían las larvas de los gusanos que sí comen las aves. El caracol, bajo los mandatos del L. Paradoxum, se suicida. Acaba muriendo por los picotazos (pocas veces sobrevive). El parásito se acomoda en su nuevo hogar, en los intestinos del ave.

Naturaleza zombi

No es el único caso de ser que convierte en zombie a otros animales. En la naturaleza existen muchos ejemplos. La avispa Zatypota, convierte a sus vecinas arañas en incubadoras. Luego, en vehículos de transporte y, finalmente, en comida. Con un solo picotazo. La avispa hembra pone huevos en el abdomen de la araña y la larva eclosiona. El huésped se adhiere y se alimenta de la hemolinfa de la araña. Se apropia poco a poco de su cuerpo, incluido su cerebro. En ese momento la araña se convierte en «zombi». Sale de forma sorprendente de la colonia y crea un capullo en torno a la larva « zombificadora». Después se queda inmóvil y se convierte en comida. De 9 a 11 días después, la araña fue consumida. Emerge una nueva avispa y comienza de nuevo el ciclo.

El terrible caracol zombi es solo una manifestación más de que la naturaleza puede ser realmente cruel. Y más aterradora que una película.

 

⭐ Contenido relacionado
💬 Deja un comentario