La música forma parte de nuestra vida, cada vez que escuchamos alguna melodía, ya sea en la tele o en la radio, el tono alegre o deprimente de la canción influye en nuestro estado de ánimo.
La Universidad de Florida ha realizado una investigación en la que analiza los efectos que produce la música en nuestro cerebro. Cada cosa que hacemos se relaciona con una parte del cerebro y en el caso de la música, corresponde a tres partes:
Ritmo: Corteza frontal izquierda, corteza parietal izquierda, cerebelo derecho. Tono: Corteza pre frontal, cerebelo, lóbulo temporal. Letra: Área de de Wemicke, Área de Broca, Corteza motora, Corteza Visual y las zonas correspondientes a las respuestas emocionales.
Por tanto, la música es una buena forma de ejercitar el cerebro ya que lo mantiene activo por completo, lo cual influye en el desarrollo de la inteligencia. Un niño que escucha música desde que nace, desarrolla más habilidades y son más felices. La música no solo influye en el momento de escucharla sino en la vida en general de las personas, incluso forma parte de muchos tratamientos de enfermedades, como el Alzheimer, el Parkinson, el autismo y el Síndrome de Tourette, ya que la música disminuye el dolor y la ansiedad y aumenta el optimismo.
