Las madres primerizas sufren modificaciones cerebrales que favorecen los vínculos entre madre e hijo

El organismo de la madre primeriza experimenta numerosos cambios. Según una investigación publicada en Behavioural Neuroscience en octubre de 2010, ciertas áreas cerebrales de importancia clave aumentan de tamaño: cuanto mayor es la hipertrofia de tales áreas, más intensos parecen ser los vínculos de la madre con su hijo.
En los cerebros animales, para que las progenitoras cuiden de su descendencia resultan críticos ciertos cambios estructurales, explica Pilyoung Kim, neurocientífica del Instituto Nacional de la Salud estadounidense. Alteraciones similares en las madres humanas podrían ser necesarias para que estas velen por sus hijos y acaben estableciendo vínculos emotivos de muy larga duración.

Fuente http://www.investigacionyciencia.es/0306...
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