Muy poca gente en este mundo va a trabajar todos los días con una sonrisa o con ganas de llegar a su posición, lo más normal es fingir un resfriado o un dolor de espalda que es difícil de desmentir, pero la protagonista de este articulo fue algo más imaginativa, fingió que entraron a robar a su casa, la ataron y la dejaron inconsciente.
Ocurrido en Tokio, fue hallada con sogas y cinturones alrededor de su cuerpo, rápidamente la trasladaron al hospital para hacerle un repaso, los policías y los médicos coincidieron en que fue víctima de un robo.
Cuando la joven fue dada de alta fue llevada a su casa por la policía, momento en el que estos se percataron de algo muy curioso, en su puerta no había ningún tipo de señal de que nadie la hubiera intentado forzar, ni si quiera un cristal roto.
La policía comenzó a preguntarle a la chica, quien ante la presión se rindió y confesó lo que había echo, ¨no quería ir a trabajar así que, como excusa, me até a mi misma¨.
