En Indiana ha ocurrido esta escalofriante noticia, donde Sheila Stadler una invidente pidió que al morir su perro guía fuese enterrado con ella. Y por lo que a la familia respecta fue dicho y hecho, pues en el mismo funeral se exponía el ataúd del perro.
La decisión de sacrificarle fue muy dura, tanto y de tal magnitud ha sido la noticia que la familia de la difunta ha recibido numerosas amenazas de muerte pese a que como excusa sin valor en la funeraria se dijera que Toffee, el perro lazarillo, fue un compañero constante.
Y tu qué opinas, ¿tomarías la misma decisión o ves ese acto como algo inhumano?
