Las polillas que se guían por las estrellas
Es un descubrimiento pionero a nivel mundial. La polilla Bogong de Australia utiliza constelaciones de estrellas y la Vía Láctea para guiarse en su migración anual. Las polillas que se guían por las estrellas son el primer invertebrado conocido que utiliza una brújula estelar en sus viajes. El estudio está en Nature. La discreta polilla nocturna combina la navegación celestial con el campo magnético terrestre. Así localiza un destino específico que nunca antes había visitado:: Se trata de las frías cuevas alpinas de las Montañas Nevadas, donde hiberna durante el verano.
Era uno de los grandes misterios de la migración de la naturaleza. Involucra a aproximadamente cuatro millones de polillas cada año. «Es la primera vez que se ha demostrado en un insecto», indican los investigadores. «Las polillas bogong son increíblemente precisas. Usan las estrellas como brújula para guiarse a lo largo de grandes distancias. Ajustan su rumbo según la estación y la hora de la noche».

Doble brújula cerebral
Cada primavera, miles de millones de polillas bogong emergen de sus zonas de reproducción en el sureste de Australia. Vuelan hasta 1.000 kilómetros hasta los Alpes australianos. En otoño emprenden el viaje de regreso para reproducirse y morir.
Se usaron sofisticados simuladores de vuelo y grabaciones cerebrales en entornos controlados y magnéticamente neutros. Al cambiar las estrellas, su orientación se desvaneció. «Leen patrones específicos en el cielo nocturno para determinar una dirección geográfica. Como las aves migratorias». Si hay nubes, las polillas mantienen su dirección utilizando el campo magnético terrestre. Es un sistema de doble brújula.
«El cerebro de la polilla Bogong codifica la información celestial de una manera sorprendentemente sofisticada. Es un ejemplo notable de la compleja capacidad de navegación integrada en el diminuto cerebro de un insecto».

Nuevas tecnologías
Las polillas que se guían por las estrellas podrían impulsar tecnologías en robótica, navegación con drones e incluso estrategias de conservación para especies amenazadas. Las poblaciones de polillas Bogong han disminuido drásticamente en los últimos años. Esto impulsa su clasificación como vulnerables. El estudio subraya la importancia de proteger las rutas migratorias y los cielos oscuros de los que dependen estas polillas.
«No se trata solo de una polilla, sino de cómo los animales interpretan el mundo que los rodea», afirman. «El cielo nocturno ha guiado a los exploradores humanos durante milenios. Ahora sabemos que también guía a las polillas».