Las nuevas especies marinas del Atlántico

Una docena de descubrimientos

El fondo marino está muy inexplorado todavía. La prueba de esto, es que suelen descubrirse especies desconocidas para la ciencia. Durante los últimos cinco años, el Proyecto ATLAS, financiado por la UE, exploró las profundidades. Gracias a eso, hallaron las nuevas especies marinas del Atlántico, doce en total.

Los investigadores realizaron más de 40 expediciones para explorar el fondo del Atlántico.
Los investigadores realizaron más de 40 expediciones para explorar el fondo del Atlántico.
Nuevas especies y ecosistemas

Se trata de algas, moluscos y corales desconocidas. Este terreno en particular es poco explorado en general. Las nuevas especies podrían estar amenazadas por el cambio climático: en particular por la acidificación resultado de la mayor absorción de CO2 por el océano.

Los científicos descubrieron además un campo de emisiones termales del fondo marino en las Azores. Los campos hidrotermales son áreas importantes de productividad biológica relativamente alta. Albergan comunidades complejas en medio del vasto océano profundo.

El profesor George Wolff es químico oceánico de la Universidad de Liverpool y participó en el proyecto. Señaló: «Todavía podemos decir que tenemos mejores mapas de la superficie de la Luna y Marte que del fondo del mar. Así que siempre que vas a las profundidades del océano, encuentras algo nuevo. No solo especies individuales, sino ecosistemas completos».

El profesor Murray Roberts es de la Universidad de Edimburgo, que dirigió el proyecto Atlas. Dijo que casi cinco años de exploración e investigación habían revelado algunos «lugares especiales» en el océano. Ahora habían descubierto «cómo funcionan».

Las nuevas especies marinas del Atlántico recién descubiertas incluyen esta, que vive en corales profundos.
Las nuevas especies marinas del Atlántico recién descubiertas incluyen esta, que vive en corales profundos.
En peligro

«Encontramos comunidades enteras formadas por esponjas o corales de aguas profundas que forman las ciudades de las profundidades marinas», explicó. «Son sustento de la vida. Así que los peces realmente importantes utilizan estos lugares como zonas de desove».

Si son dañadas por usos humanos destructivos, esos peces no tienen dónde desovar. La función de todos esos ecosistemas se perdería para las generaciones futuras, comentó.

El proyecto ATLAS involucró a investigadores de 13 países alrededor del Atlántico. Averigua cómo está cambiando el entorno oceánico a medida que el mundo se calienta y los humanos explotan más las profundidades marinas. Las principales corrientes en el Atlántico norte se han ralentizado drásticamente en respuesta al cambio climático.

Las nuevas especies marinas del Atlántico nos muestran lo mucho que falta por descubrir. Pero la depredación humana las hace frágiles, y tal vez solo las hayamos descubierto para despedirnos pronto de ellas.

Fuente A transatlantic assessmentand deep-water ecosystem-basedspatial management plan for Europe
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