Una nueva tecnología basada en los océanos para convertir el dióxido de carbono en electricidad

Con el reloj de arena que es el cambio climático dejando caer sus últimos granos antes de que se vuelva irreversible, existe toda una corriente de investigaciones encargadas de darlo todo con tal de salvar el planeta. Un nuevo enfoque híbrido tiene como objetivo utilizar el sodio y el dióxido de carbono para producir electricidad e hidrógeno, que a su vez se pueden utilizar como combustible limpio.

Como informa la revista iScience, los investigadores han construido un sistema que utiliza dióxido de carbono en una solución a base de agua para producir electricidad e hidrógeno durante más de 1.000 horas. La tasa de conversión es de un 50%, lo que hace que sea una tecnología bastante prometedora.

«La clave de esta tecnología es la fácil conversión de moléculas de CO2 químicamente estables a otros materiales. Nuestro sistema ha resuelto un problema con la disolución del CO2», afirma Guntae Kim, de UNIST e investigador principal.

Para desarrollar este sistema, el equipo se inspiró en los océanos terrestres. Una parte significativa de las emisiones de dióxido de carbono producidas por los humanos se absorbe en los océanos y se convierte en ácido. Se puede emplear un aumento de la acidez como fuente de electricidad, y los investigadores encontraron cómo hacerlo.

El dióxido de carbono se inyecta en una solución de agua, donde luego induce una reacción electroquímica. La reacción elimina el dióxido de carbono, convirtiéndose en bicarbonato de sodio. «Esta célula híbrida de Na-CO2 no solo utiliza el CO2 como recurso para generar energía eléctrica, sino también produce una fuente de energía limpia, el hidrógeno», explica el coautor Jeongwon Kim.

Los expertos tienen la esperanza de que este sistema continúe mejorando, así como crear micromecenajes para que la gente pueda aportar su granito de arena que ralentice el tiempo que nos queda.

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