El piloto que voló colgado del parabrisas

A 5000 metros de altura

Fue un verdadero milagro el que vivió Tim Lancaster. Algo que parece una burda ficción. Pero sucedió: el piloto que voló colgado del parabrisas del avión a 5000 metros de altura vivió algo increíble.

Así aterrizó el avión donde iba el piloto que voló colgado del parabrisas.
Así aterrizó el avión donde iba el piloto que voló colgado del parabrisas.

Supervivencia extrema

Se expuso a una temperatura de 17 grados bajo cero y a un viento que amenazaba con quebrarlo por completo. ¿Qué pasó? El vuelo 5390 de Britsih Airways despegó la mañana del 10 de junio de 1990 de Birmingham a Málaga. Llevaba 6 tripulantes y 81 pasajeros. De repente, algo parecido a una bomba sonó en la cabina. El parabrisas había estallado. Tim, el piloto, estaba saliendo por él. Estaba sujeto al cinturón de seguridad, pero solo se veían sus piernas.

El auxiliar de vuelo Nilsen Odgen reaccionó rápido. “Salté por encima de la columna de control y lo agarré por la cintura para evitar que se fuera por completo. Todo estaba siendo succionado fuera del avión”. El copiloto Atchison que tomó el mando del avión y comenzó a pedir auxilio por la radio. “Todo lo que puedo recordar es mirar a Alistair Atchison, el copiloto, luchando por controlar el avión y gritando ¡Mayday! ¡Mayday! en la radio”, contó Ogden.

La puerta que separaba el habitáculo de los pilotos de la cabina de los pasajeros también se desprendió. El capitán Lancaster seguía con medio cuerpo fuera del avión. Odgen lo seguía sujetando al capitán Lancaster por el cinturón sin saber si estaba vivo o muerto. Si caía, podía también caer y dañar el ala del avión. Pasaron 22 minutos desde el momento en que se había desprendido la ventanilla de la cabina hasta que pudieron aterrizar.

El piloto solo sufrió fracturas leves.
El piloto solo sufrió fracturas leves.

Falla humana

Se descubrió después que los pernos que sujetaban al parabrisas estaban defectuosos. Lancaster recuperó el conocimiento poco después de llegar al Hospital General de Southtampon. Tenía solo algunas fracturas leves. La tripulación del vuelo 5390 de British Airways fue reconocida por la reina Isabel II por el valioso servicio que prestó en el aire.  El piloto que voló colgado del parabrisas recibió el Premio Polaris, la más alta condecoración asociada con la aviación civil.

Cinco meses y medio después del accidente volvió a sentarse frente a los comandos de un avión de pasajeros. Se retiró de British Airways en 2003 y voló con EasyJet hasta que se retiró en 2008, convertido en una leyenda de la aviación comercial.

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